Cuando nos esté yendo bien en nuestras carreras, debemos cambiar. Porque cuando te sientes bien, dejas de cambiar, dejas de mejorar, dejas de aprender, dejas de crear nuevas alternativas. Dejar de cambiar es el principal problema de la última etapa del éxito; que es la arrogancia. Simplemente porque crees que lo sabes todo, que todo lo dominas, que nadie más sabe lo que tú sabes, y lo peor que nadie crees que lo hará mejor que tú; pero que error!. Esa arrogancia, esa petulancia, esa autosuficiencia; es señal de que llegaste al final de tu éxito. Algo parecido a la ley 18 del Marketing. Es lo que acabo de aprender, después de leer este libro muy sabio: USTED S.A. de Inés Temple. El cambio de quienes, sí lo hacen. Y todavía enfatiza: "Si preguntamos quiénes se fueron y quiénes quedaron, con seguridad acertaremos en que se fueron los de más alto nivel de empleabilidad y quedaron los que no tenían tantas oportunidades de elegir"
Cuando nos esté yendo bien en nuestras carreras, debemos cambiar. Porque cuando te sientes bien, dejas de cambiar, dejas de mejorar, dejas de aprender, dejas de crear nuevas alternativas. Dejar de cambiar es el principal problema de la última etapa del éxito; que es la arrogancia. Simplemente porque crees que lo sabes todo, que todo lo dominas, que nadie más sabe lo que tú sabes, y lo peor que nadie crees que lo hará mejor que tú; pero que error!. Esa arrogancia, esa petulancia, esa autosuficiencia; es señal de que llegaste al final de tu éxito. Algo parecido a la ley 18 del Marketing. Es lo que acabo de aprender, después de leer este libro muy sabio: USTED S.A. de Inés Temple. El cambio de quienes, sí lo hacen. Y todavía enfatiza: "Si preguntamos quiénes se fueron y quiénes quedaron, con seguridad acertaremos en que se fueron los de más alto nivel de empleabilidad y quedaron los que no tenían tantas oportunidades de elegir"