Revista Diario

Dia 49: El regalo perfecto

Publicado el 07 septiembre 2012 por 160
Dia 49: El regalo perfectoEste día ha sido muy cansado. La semana en sí ha sido bastante agotadora. Tengo mucho trabajo en la oficina, por lo que me estoy quedando hasta muy tarde a fin de no atrasarme y que el día siguiente no sea tan terrorífico como el anterior.
Hoy por ejemplo, he salido de la oficina a las 8:30 de la noche cuando normalmente debería estar fuera a las 5:30. Estaba tan concentrado en mi trabajo que no me había dado cuenta del paso de las horas. Si no fuera porque una compañera mía se acercó a hablarme, fácilmente me hubiese quedado de largo hasta mañana.
"Mijaíl, tengo algo que contarte"- Me dijo algo apenada.
Su nombre es Rosario, una ingeniera madurita con la que he congeniado mucho desde mi primer día de trabajo. Ella es una mujer muy religiosa y alegre, que por razones que jamás comprenderé, nunca llegó a casarse ni tener hijos. Es una persona muy amable a quien aprecio y respeto mucho.
Algo particular en ella es que todas las mañanas, me envía por correo electrónico, el evangelio del día, y para asegurarse que lo haya leído, mientras estoy tomando mi cafecito, se acerca a comentarme muy alegremente "¿Qué te pareció la enseñanza del día de hoy, Mijaíl?" No pierdo nada con leer lo que me manda, así que siempre estoy al tanto de lo que dice el mensaje del día y respondo correctamente a sus consultas. No lo hago por presión, simplemente me gusta leer y si hay alguien dispuesto a comentar conmigo las cosas que leo, ¡pues mucho mejor! Para mí, esa rutina es una muy buena forma de comenzar el día.
Esta noche, ella también se quedó a trabajar hasta muy tarde en la oficina, por eso al verme en estado vegetal frente a mi computadora, se acercó de inmediato a hablarme:
- "Mijaíl, la señora Martita ha cumplido 50 años"
- Wow, ¿Pero, cuando fue?
- Fue ayer, anda muy triste la pobre... nadie se acordó de ella, ¡ni sus propios hijos! Me he pasado media hora conversando con ella y me ha contado lo triste que fue su cumpleaños. Solita en su casa, esperando que sus hijos la llamen...
 - Glup... - sentí un nudo inmenso en la garganta...
La señora Martita es mi compañera de trabajo. Se encarga de la limpieza de nuestras oficinas y es un verdadero amor de persona, pues a pesar de que es relativamente nueva, es tan carismática y sonriente que rápidamente se ha ganado nuestro aprecio. Cada vez que me quedo hasta tarde en la oficina, ella me comienza a conversar de todo lo que le pasa y sus cosas son tan entretenidas que varias veces me he quedado largo rato charlando con ella. Sé, por lo que hemos conversado, que vives sola pues sus hijos ya son mayores y que los extraña mucho. Es por eso que me he sentido muy triste por lo que me contó Rosario. He estado tan ocupado en mi trabajo que los últimos días ni tiempo me he dado para conversar con ella cuando pasaba a mi lado con su escobita o cuando quería sacar la basurita de mi tacho. Y mucho peor, tantas veces que hemos conversado y nunca se me ocurrió preguntarle cuándo era su cumpleaños, ¡Qué descuidado soy!
"Mijaíl, te cuento esto pues sé que estimas mucho a la Señora Martita, y a ti se te ocurren siempre buenas ideas, así que por favor, piensa en algo bonito qué podríamos hacer para sorprenderla..."
Dia 49: El regalo perfectoTodo el trayecto de mi trabajo hasta mi casa, me he puesto a pensar en aquello especial que podría hacer para la Señora Martita. ¡Son sus 50 años!, es medio siglo de vida, una vida que, según me contó, no ha sido nada fácil y que por ese motivo merece celebrarse a lo grande su perseverancia y ganas de seguir adelante. Si por mí fuera, armaría un fiestón para ella, pero estas semanas en la oficina, las cosas andan muy difíciles y con tanto cambio de personal, el que menos quiere arriesgarse a organizar fiestas.
Se me ocurrieron entonces algunas opciones, pero aún no estoy seguro de qué voy a hacer:

¿Y si le canto una canción? (Basta Mijaíl, no eres un cantante, ¡piensa en otra cosa!)
¿Y si le regalamos muchas flores? (¿Flores? Puede ser... pero, quiero algo que pueda ver a diario y le haga recordar lo especial que es, las flores se marchitan fácilmente, ella merecería ¡una flor eterna!, pero no sé donde las venden...)
¿Y si la llevamos a almorzar? - (mmm dificil, la señora Martita entra a trabajar a las 3 PM, a esa hora ya viene almorzando, a menos que le diga que venga sin comer al trabajo... no, too much)
¿Y si le dibujo un cuadrito con su rostro? (Ok, me salen muy bonitos, esa puede ser una buena opción, pero debo tomarle una foto para poder dibujarla bien... vere sí puedo hacerlo mañana, o a lo mejor se me ocurre una mejor idea... )
  
 ***Necesito pensar en algo muy especial. Algo que le haga olvidar por un ratito la tristeza que siente por pensar que nadie se acuerda de ella. Puede que tenga hijos muy ingratos que no se hayan dado cuenta lo valiosa que es, pero quiero que sepa que hay personas que sin ser su familia, se preocupan por hacerla sentir contenta, porque se lo merece.
Lo mejor que puedo hacer esta noche, es escribir este post e irme a descansar... soñaré, me levantaré temprano e iré a trabajar nuevamente, seguro en ese transcurso, algo se me va a ocurrir, es lo bueno cuando dejo que las coss fluyan, de la nada aparecen ideas que están muy escondidas a la espera que las descubra. Sólo debo estar atento... Aunque ¿saben una cosa?, algo me dice que el regalo perfecto para ella es mucho más simple de lo que he estado pensando hasta este momento.... y creo estar a un paso de descubrirlo, mañana lo conoceremos. ;)
.... Continuará.
#114 Antes de ti: Ing. Rosario ( ¡Gracias por confiar en mí!).

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