Dia 50: Meniere

Pescado a la Meniere (Seguro de este Meniere sí han oído)

Sentí ese sonido agudo en mi oído, y de inmediato el miedo se apoderó de mi. Me parecía terrible que estuviera ocurriendo una vez más, pero esta vez en pleno corazón de San Isidro, en una hora en la cual todo el mundo transita la Avenida principal, los carros se pelean por salir del tráfico y me encontraba completamente solo. Cada claxon, cada persona hablando, cada sonido minúsculo me golpeaba como agujas en el oído. Estaba apenas cruzando la pista, no podía detenerme allí, hubiese sido fatal, no sé como hice para lograr caminar más pero mi cuerpo lo logró, y fue allí cuando comencé a sentir ese mareo intenso que anuncia el inicio y el próximo final de la crisis. Los documentos que cargaba en mis manos, estaban por los suelos, llegué apenas a la mitad de la doble vía y caí arrodillado sobre el grass.Cerré los ojos y esperé que pase el infierno. Los carros seguían corriendo velozmente y los minutos se hacían eternos. Mientras me arrodillaba sentía a la gente pasar, oía tacones confundiéndose con el demencial sonido de los motores de los carros y gritos y gente hablando y cualquier sonido que mi oído reconocía y lo ampliaba a más no poder.

San Isidro (una avenida parecida a esta pero con MAS carros)

Finalmente alguien se acercó y me tendió una mano -¿Te encuentras bien? -¡SI! Le respondí de inmediato, y me levanté. Era una señora mayor que estaba junto a su hijo, quien me miraba con una curiosidad algo incómoda para mí. Recogí de inmediato mis papeles y me di cuenta que algunos de ellos estaban en medio de la pista y lucían negros y con marcas de las ruedas de los carros.
La mujer me preguntó qué me pasaba. -"Nada, señora, muchas gracias, ya estoy bien", me fui caminando tratando de actuar con normalidad a fin de decirle a todos los curiosos "AQUÍ NADA HA PASADO, SIGAN CON SU VIDA"
La crisis había terminado, solo seguía ese zumbido intermitente en el oído y un ligero mareo que por suerte ya podía manejar. No era la primera vez que me sucedía, desde que me diagnosticaron la enfermedad de Meniere, me advirtieron de estas crisis, y que no existe una cura, por lo que debo asumirla y no hacerme problemas "Es como vivir con asma, tienes que aprender a sobrellevarlo..."-me dijo primero Renato (mientras me mostraba su inhalador), y luego lo fui corroborando con los otros médicos que consulté.
Pero bueno, no me da todo el tiempo, no es que me atormente a diario y me impida llevar una vida normal, he conocido el caso de gente a la que las crisis les da TODOS los días y el solo saber que no me sucede a mí, me hace sentir el tipo más afortunado del mundo. Incluso mis crisis son cortas, alguna vez conocí a alguien que me dijo que le duraba una hora y encima tenía nauseas... "Hay gente que vive verdaderos dramas, Mijaíl, tranquilo...", Renato una vez más.

Dicen que Van Gogh tenía Meniere...

De todos modos, ayer fue inevitable que me sienta mal pues me da algo de miedo que estas cosas me ocurran en lugares así de difíciles, es mejor cuando me da en la oficina, o en mi casa, simplemente me siento un rato, cierro los ojos y se me pasa. Claro, igual tengo ese fastidioso sonido en el oído, pero estoy en un lugar seguro, nada malo me puede ocurrir (en teoría), en cambio en la calle, me encuentro expuesto, vulnerable.
Lo peor es cuando la gente a veces, lo último que piensa al ver a un tipo caminando como borracho, es que tiene Meniere (seguro nunca en su vida han escuchado ese término), la segunda vez que tuve esta crisis, una chica que estaba cerca, quería ayudarme, pero su amiga le dijo bajito "Nooo, sonsa ven aquí!, Creo que el chico está drogado...". - "¡No estoy drogado, estúpida!"-pensé. Y es precisamente ese el motivo por el cual, luego de pensarlo mucho, me atreví a contarles esta experiencia. A ver si ayuda en algo para que no haya más gente así de ignorante y que siempre piense lo peor de uno, antes de pensar en cualquier otra posibilidad más coherente.
Y bueno, sobre el regalo "perfecto" para la señora Martita, tuve la suerte de encontrarla justo cuando huía de la oficina rumbo a mi casa. Le dí un abrazo y le dije "Feliz Cumpleaños", se sorprendió, supongo porque su cumpleaños ya pasó hace dos días, pero aún así me respondió sonriente "-Gracias, joven..."
Esta noche no publiqué mi post antes de las 12. Apagué mi celular y me desconecté del mundo. No tenía ganas de nada, y por un momento estuve cerca de volver a mi estado "Antes del Antes de tí" (hongo, cero optimismo), pero ahora que desperté nuevamente, me digo a mi mismo una y otra vez -"Ya pasó, supéralo, ¡cojudo!", prendo mi celular y les cuento todo lo que sucedió, tal cual lo experimenté. Y mientras voy escribiendo, el mundo que dejé de lado por una noche, vuelve a mí a través de mensajes de texto, 20 llamadas perdidas, whatsapps no respondidos, BBMs en standby...  Y notificaciones de correos de amigos bloggers queriendo saber qué le regalé a la señora Martita.... "Un Abrazo, amigos, sólo un abrazo..."

#113 Antes de ti: La única señora que me tendió una mano (Gracias).
 PD. Tengo un día difícil... en una sola noche, me he perdido de mucho y le he fallado a muchos, espero aún estar a tiempo de enmendarme. 
Enviado desde mi  BlackBerry de Claro.