Los globos con helio...
Finalmente ocurrió.Llegó el día del evento que vengo organizando como parte de mis funciones como comunicador en la oficina. Vengo trabajando en este día desde hace más de dos meses, lo cual en términos de organización es poquísimo tiempo, dada la importancia de la fecha y el número de invitados que debíamos alcanzar y dejar satisfechos.
Durante las últimas semanas he estado más que presionado. Quienes me conocen y me han visto los últimos días, se dieron cuenta de lo estresado que andaba. Por suerte, no ando explotando ni poniendome malcriado con nadie, no, no suelo ser así. Lo que sí hago para aliviar mi estrés es comer mucho. Me la he pasado comiendo tortas de chocolate día tras día durante casi dos semanas. He llegado incluso a comer tres tortas de chocolate al día. Y bueno, ahora que concluyó el evento, finalmente me despierto y me doy cuenta que mi barriga tiene dimensiones groseras, que mi papada parece la de un chancho y que el pantalón a las justas me entra ¡Estoy guapísimo! Pero bueno, ese ya es otro drama que merecerá un post aparte. Lo que voy a contarles ahora es EL verdadero drama de la noche: El desarrollo de mi evento.
Primero... los Ministros invitados, no pudieron asistir pues a última hora los llamaron a Consejo de Ministros y tuvieron que ir con urgencia. Aún así, delegaron asistir a sus viceministros, los cuales fueron excelentísimos, pero ya saben, la prensa normalmente asiste a eventos donde o hay una autoridad importante o hay un ostentoso coffee break. En mi caso, había previsto un inmenso coffee break, así que por lo menos, algunos medios estuvieron presentes.
Segundo... Teníamos previsto premiar al director de un instituto muy conocido por su apoyo a varios proyectos a nuestro cargo. Al enterarse de la premiación, los señores me jodieron toda la semana solicitándome información sobre el premio, sobre las palabras que iban a decir, sobre los arreglos florales que nos harían llegar, sobre las notas de prensa, sobre mil y un cosas. Todo, para que finalmente no asistan y para mi mala suerte, alguien en mi equipo me dijo "¡Finalmente llegaron!" y yo dije "Ufff", y cuando la maestra de ceremonias se disponía a anunciarlos "Ahora invitamos al Señor Bla Bla Bla del instituto Bla bla bla a recibir el reconocimiento pot bla bla bla", y de pronto "Cri Cri Cri Cri"... "Mijaíl, no eran ellos, ¡lo siento!", exacto... los señores del instituto bla bla, brillaron por su ausencia y no se les ocurrió siquiera llamar para avisar. #Fail
Tercero... El grupo de teatro, que haría una performance para cerrar el evento, llegó a última hora. Faltando sólo 15 minutos para su turno. Estuve a punto de mandarlos al diablo, pero me calmé y les di cinco minutos para alistarse. De inmediato se pusieron las pilas, pero ¡Oh gran detalle!, uno de los integrantes del elenco había faltado y ellos necesitaban de una persona que ponga en el escenario algunos elementos de su performance (bombos y un cajón peruano para ser más exacto) y pues, faltando 10 segundos para su ingreso, recién me lo hicieron saber. Miré a todos lados a mis compañeros, TODOS ya tenían asignada una actividad y no podían dejarla pues eran mil veces más importantes que poner esas cosas en el escenario. Busqué al personal del hotel y ninguno estaba alrededor, lo irónico era que solo unos minutos antes los tenía detrás de mi como pulgas, preguntándome a cada rato "¿Necesita que lo ayudemos en algo, señor?, estamos para servirle" ... y bueno... 5....4.....3....2....1 ... Mijaíl salió al escenario a colocar los bombos y el cajón, mientras el grupo de teatro salía al mismo tiempo cantando e iniciando su show. Todos los invitados que me conocían echaron a reir pensando que yo iría a actuar y lo único que pensaba en ese instante era #TragameTierra.
Cuarto... Esto si fue curioso. Invitamos a unas niñas que son parte de un coro escolar del Ministerio Público. Todas ellas muy educaditas y bien modositas. Al ir a recibirlas, me pidieron de inmediato les indique como llegar al baño, y bueno, tuve que acompañarlas a lo largo del hall mientras ellas se ponían en una sola filita detras de mí, muy ordenadas y sincronizadas hasta para ir al baño. Volteaba de vez en cuando a mirarla y me sonreían. Fue una escena muy tierna, todas me decían Señor aquí, señor allá, gracias señor...
Al salir a cantar, fue increíble, tenían una voz muy bonita y a más de uno arrancó un suspiro. ¡Qué Talento!, Finalmente, cuando fui a felicitarlas y agradecerles en su camerino, ellas me abrazaron y me dieron uno de los globos con helio que les había regalado y claro, posamos felices para la foto que el fotógrafo prometió hacérmela llegar muy pronto.
Quinto... Durante las 2 horas del evento, fui el más buscado del mundo. Todos preguntandome qué hacer, cómo hacerlo, dónde hacerlo. Era estresante, pero aunque no lo crean, me gustaba. Es allí cuando te das cuenta que en verdad naciste para algo bueno, porque la gente espera soluciones y así se traten de cosas tan estúpidas como "¿Desea que las flores amarillas vayan aquí o allá?", sientes que puedes tomar una decisión que le da sentido a algo.
Las niñas del coro
Finalmente, terminó el evento y la verdad yo sentí que todo había salido mal. Y allí, en el brindis final, mientras todos tragaban y bebían como locos. Una mujer se me acercó y me dijo que éste era el segundo evento organizado por nosotros al cual asistía, y que le había parecido el mejor de todos. Me felicitó y yo le sonreí agradecido. Lo mismo me dijo otro desconocido y las demás personas con las que compartí una amena conversación pues sabía muy bien que todo había terminado al fin. Y claro, varios de ellos me felicitaron por mi "actuación" con el grupo de teatro... #TragameTierra.
Al oir tantos comentarios positivos, pensé entonces que tal vez las cosas no habían salido tan mal, o tal vez la gente es extremadamente sobona como para que los vuelvas a invitar otra vez a comer gratis... ¡quién sabe!
#105 Antes de ti: Las niñas del coro de fiscales escolares ambientales (¡Excelentes y muy lindas todas!)
PD. Pondré mejores fotos cuando me las den! ;)