Revista Diario

Dia 58: No es amor al chancho

Publicado el 16 septiembre 2012 por 160

Dia 58: No es amor al chancho

Iluminando la casa de Nilo

Hoy, luego de una semana, finalmente he podido regresar a avanzar con el trabajo de la tienda de Nilo. Todos estos días lo había dejado de lado y practicamente no he hecho nada al respecto. El tiempo se me hace cada vez más corto y el trabajo en la oficina me absorve mucho. He estado pensando que si realmente quiero esto, tarde o temprano no me quedará más remedio que renunciar a mi empleo y dedicarle más tiempo al negocio. ¡Dificil decisión!
Los últimos días me he venido repitiendo una y otra vez¿Realmente podrás hacer esto? ¡En qué te estás metiendo, Mijaíl!... y luego volvían a mí los pensamientos positivos ¡Claro que vas a poder, sonso!y volvían los malos ¡Pero si a las justas tienes tiempo! y así sucesivamente...
Esta tarde, antes de ir a la tienda, recibí la llamada de Sara, una amiga de mi antiguo trabajo que también tiene una tienda de impresiones (una microtienda, para ser más exactos), cuando le conté sobre mis planes de abrir mi propio local (con la idea de que me pueda aconsejar qué hacer), ella de inmediato me hizo saber lo difícil que sería para mí llevar a cabo ese proyecto, haciéndome notar todas las cosas que tenía en mi contra para iniciar un negocio en el cual no tengo experiencia. Me pareció genial que me diga las cosas como son, aunque hubiera preferido un consejo más optimista, claro está. Pero todo lo que me dijo cobró un nuevo sentido cuando me comentó su interés en alquilar mi local, en caso "pensara mejor las cosas"... Definitivamente, no era amor al chancho, sino a los chicharrones.
Pero Sara no ha sido la única que me ha propuesto dejar de lado mi idea empresarial, con tal de que les ceda el local, han habido muchas personas más, y todos los que me lo han propuesto, son personas de mi confianza en las que pensé alguna vez contar para que me apoyen en este emprendimiento. 
 
 Hoy por la tarde...

Dia 58: No es amor al chancho

Los Nilomuebles

Llegué al área administrativa a las 4:05 PM. Para mi mala suerte, todos el personal administrativo se había retirado a una reunión y no me atenderían hasta el lunes. Lo malo era que tenía al electricista esperando y él no podía hacer su trabajo pues según me dijeron, el local no tendría energía a menos que haga el trámite y pago respectivo, pero como les mencioné, hoy no pude hacerlo. Y mientras trataba de encontrar una solución para no perder más tiempo, una mujer con cara de la vieja bruja de Blanca Nieves, se acercó a mi "con una manzana muy roja": "¿Jovencito, no quiere alquilarme este local?" Les juro que por un instante pensé en comerme la maldita manzana, tomar el dinero y dejarlo todo con la vieja, pero no, no podía hacerlo. Simplemente le indiqué que el local no estaba en alquiler.
Y fue en ese momento que pensé ¿Por qué quieren tantas personas alquilar el local?, es tan atractivo que incluso mis propios amigos están dispuestos a desanimarme y hacerme sentir como un incapaz con tal de quedarse con ese simple cuartito de no más de 3 metros cuadrados. ¿Por qué? ... creo que la respuesta era obvia... así que de repente me vinieron unas ganas enormes de darle la contra al mundo y mi cuota de optimismo se infló al máximo. Mandé al diablo la autorización de energía y le dije al electricista que se ponga a trabajar, así no haya luz, y ¡que creen!, para nuestra sorpresa, el local sí tenía electricidad. Eso de "debes avisarnos para ponerte la electricidad" era puro formalismo/floro. El electricista terminó su trabajo y quedó todo genial. Luego llegó la decoradora  y trajo consigo los gabinetes y estands que ha diseñado para mi tienda, ¡Me encantaron! se ven realmente buenísimos.

Dia 58: No es amor al chancho

La tarjeta de Pamela

Ya entrada la noche...
Al salir de la tienda y mientras me disponía a cerrarla, se acercó a mí una chica que el sábado pasado también había querido hablar conmigo, pero a quien no pude atender pues estaba con algo de prisa, y además porque supuse que querría lo mismo que todos los demás. Esta vez la escuché atentamente y para mi sorpresa, me hizo una propuesta algo diferente. Ella solamente desea le alquile un espacio para colocar su módulo y su computadora y así pueda ofrecer sus servicios de imprenta. Me expuso en un par de minutos sus planes de trabajo y yo de inmediato le respondí: "No te conozco, no creo que sea prudente dejar entrar a una desconocida a mi local" Ella no se dio por vencida y siguió hablándome, hasta que me dijo algo que me puso a pensar mejor su propuesta "Mira, yo conozco muy bien el negocio aquí, sé con quienes debes hablar y con quienes no, a quienes pedir apoyo y a quienes jamás pedírselo, lo único que deseo es trabajar, tengo mi espacio aquí al costado de tu tienda, pero lo comparto con un tipo asqueroso que todos los fines de semana se pone a tomar en la tienda, eso es repugnante y me ahuyenta los clientes, ya no sé qué hacer ¡necesito salir de allí!". 
En verdad la noté desesperada, pero no terminaba de creerle, ella seguro se dio cuenta de eso y me hizo acompañarla a la tienda de al lado, y claro, lo primero que vimos fue a un trio de animales tomando como descocidos en su centro de labores. Juro que me dio ganas de romperles la botella en la cabeza, no solamente por esa escena tan vulgar, sino porque lo estaban haciendo delante de la hija pequeña de la chica. Al ver la escena, ella me miró a los ojos como diciéndome "Esta es la mierda de la que quiero salir". 
Me dio su tarjeta y me pidió que lo pensara muy bien y que le diera la oportunidad. "Pero si entras a mi local, vendrías a ser mi competencia, ¿no?" le cuestioné. Pero ella me respondió "Aquí cuando llueve, todos se mojan, además, nos apoyaríamos mutuamente, yo solo quiero trabajar..."
Le prometí que lo pensaría y que el próximo sábado le daría mi respuesta. La verdad es una decisión delicada, es como meter a un desconocido a tu hogar, no sabes nada de su pasado, no sabes cómo será la convivencia, si será para bien o para mal. Pero aún así, pienso que tal vez ella podría ser el apoyo que necesitaré en esta primera etapa, mucho más ahora que me he dado cuenta que nuevamente estoy solo en esto...
Tengo algunos días para decidirme... mientras tanto, yo sigo.
#104 Antes de ti: Pamela (Sea cual sea mi decisión, espero encuentres un mejor lugar para trabajar). 


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