Dia 60: Medidas de seguridad

Solía ser mi oficina... ahora es nada

Los últimos dos días he recibido comentarios de gente que me había venido leyendo durante las últimas semanas y a quienes no supe muy bien cómo explicarles lo que me está pasando. Tal vez porque ni yo mismo sé muy bien lo que me está pasando.
Son muy amables en decirme lo mucho que les gustaba leerme y me apena no poder corresponder como se debe a esa confianza y condecendencia de su parte. Espero pronto salir de esta pausa, por el momento, he vuelto a convertirme en la marmora desganada que existía antes de TI. Anoche Gary me llamó y me dijo para salir a cenar y conversar. Acepté hacerlo pues me había pasado todo el día metido en mi cama, viendo películas. Gary es un buen chico, me hizo ver algunas cosas que no tenía muy claras y me ayudó a ordenar mis ideas.
Mi máquina del tiempo, sigue enterrada a la espera de que la pueda volver a sacar a la luz... ¡Que maldición!, si sigo con ésta actitud, nunca podré cumplir todos los pendientes que aún me faltan por conseguir.
Da la casualidad que justo el día de hoy, iniciamos el proceso de mudanza a otro local. No me gusta nada las mudanzas, los cambios en sí, no son de mi agrado. Estaba tan acostumbrado al otro lugar que a pesar de que me decían que éste es más grande y bonito, no concebía la idea de ir a un lugar distinto. Mención aparte es el hecho de que anduve ayudando a cargar algunas cajas de la mudanza pues sólo habían contratado a un muchacho para que apoye en esos menesteres y pues el pobre no podía sólo por más que se la quería dar de muy machito.
Fui con ropa de trabajo y terminé hecho una porquería, mi camisa oscura lucía blanca y mi pantalón blanco lucía oscuro.

Todavía mi pantalón estaba blanco...

Y ocurrió algo...
Algo curioso me hizo pensar reflexionar. Sucedió mientras comenzaba a guardar en las cajas mis artículos de la oficina y de repente alsé la mirada y observé a los obreros que trabajan en una construcción aledaña a nuestro edificio. Realmente ese trabajo debe ser exageradamente cansado, tener que poner fierros y ladrillo y calcular al milímetro cualquier movimiento. No me imagino realmente haciendo ese tipo de cosas, además porque asumo debe ser algo peligroso. Pero mientras me ponía a imaginarme a mi mismo trabajando en ese edificio, me percaté de la presencia de un obrero que trabajaba al borde de la construcción de casi 4 pisos, muy muy al borde de la nada, caminando con total seguridad y confianza, incluso se daba el lujo de correr y saltar hacia una superficie más abajo. Pronto entendí que lo hacía porque traía atado a su cuerpo un arnés de seguridad, con lo que podía hacer más seguro su trabajo sin temor a hacerse daño y obviamente, causar una desgracia.
Analogía... 

El tomar las medidas de seguridad...

Sí uno toma las medidas de seguridad necesarias, los peligros disminuyen, si uno preve las cosas, las desgracias son menos probables. Tan cierto como eso.
Podría entonces hacer lo mismo que hace ese constructor, me consigo un arnés de seguridad y sigo publicando sin problemas, con la certeza que no me podré hacer daño a nadie. No podría llamarle a esto "cobardía", por el contrario, sería inteligente el buscar la forma de cuidarme a mí y a mis seres queridos.
¿Será esta la respuesta que necesito para volver a publicar....?
#102 Antes de ti: El constructor seguro (¿será esa la respuesta?)
PD. Acabo de leer un mensaje de Damian, pensé que en verdad yo le caía muy mal, me doy cuenta que a veces las cosas no son como parecen. Gracias Damian.