Revista Diario

Dia 62: Los Gusanos

Publicado el 20 septiembre 2012 por 160

Dia 62: Los Gusanos

Laiza posando para mi cámara :D

Estaba sentado en un parque cerca a mi oficina. Tenía conmigo a una perrita aún cachorra que llegó a mi de manera muy inesperada. Mientras ella me movía la cola muy emocionada, recuerdo que yo le decía insistentemente "¿Te puedo cambiar de nombre?"
4 años antes...
Alguna vez conocí a una chica que tenía un tremendo complejo de superioridad que la hizo convertirse en "la mas querida" en la universidad. Esta conducta era más notoria tal vez porque nosotros estudiabamos en una universidad pública, la Universidad San Marcos, un lugar al cual algunos suelen llamar "el pequeño Perú" pues hasta allí llegan a estudiar todas las sangres y condiciones sociales del país. Desde el mas misio, que no tiene ni para tomar un té, hasta aquel que tiene de todo.
Lo más interesante de esta mezcla es que una vez dentro de la Universidad, todos tienen las mismas condiciones. En pocas palabras, destaca el que tiene mas cerebro, no el que tiene la billetera más gorda. Al menos, generalmente es así. Laiza, (así se llamaba la chica de quien estaba hablándoles al comenzar este post) pertenecía a los del segundo grupo de sanmarquinos, aunque claro, ella vivía esta experiencia muy a su manera y buscaba en todo momento hacer sentir mal a quien no encajaba con su vida fresa. Por mi parte, procuraba evitarla al máximo, especialmente desde aquella vez en la que intenté ser amigable con ella y al entrar "mas en confianza" destruyó en un par de segundos a dos de mis mejores amigas con comentarios ácidos y llenos de prejuicios estúpidos que solo podían caber en su limitada cabecita.
Un día organizó su fiesta de cumpleaños y nos invitó a mi grupo de amigos pues, de alguna forma inexplicable, ella nos consideraba sus "íntimos". Nos dio sus invitaciones y nos dijo cómo debíamos ir vestidos (o_O!) Y justo cuando la dulce y noble Laiza nos explicaba con pelos y señales lo que era un "Luao Party", apareció de pronto un grupo de amigos conocidos como "los gusanos..."
Me permito una definición sanmarquina, antes de proseguir:
Gusano: Dícese de todo aquel individuo sanmarquino que asiste con frecuencia al comedor gratuito de la Universidad y hace horas y horas de cola (o a veces deja una piedra con su nombre en su reemplazo) a fin de obtener sus alimentos diarios. Además, suele actuar con especial exitación cada vez que se anuncia que ha sobrado comida, siendo los primeros en correr, charola en mano, a fin de obtener la mayor cantidad de raciones posibles.
Continuando...
Los gusanos se acercaron a nosotros y, como de costumbre, nos saludaron muy afectuosamente. Sabiendo lo linda y generosa que era Laiza con todos, les comenté a mis amigos Gusanos que justo en ese momento, ella nos estaba invitando a TODOS, a un Luao Party por su cumpleaños. Tuve que explicarles rapidamente qué michi era eso y al comprender los Cool que sería la fiesta, no dudaron un segundo en gritar: "¡Me apunto!", Laiza, sin embargo, no parecía tan contenta con mi iniciativa, de inmediato me miró con un odio contenido al máximo, apretando fuertemente sus dientes blancos y bonitos, volteó la mirada hacia los gusanos y dibujando una sonrisa quebrada, abrió la boca para decir: "Claro, chicos... Ustedes también están invitados"
Los gusanos se emocionaron tanto que no podían contener su alegría. No perdieron el tiempo y comenzaron a preguntarle cosas tan básicas como "Dónde será la fiesta, Laiza?", cuestión que ella respondió indicando su dirección de la manera más exacta posible: "Será en mi casa, por San Borja..."
"Ehm pero, exactamente dónde queda eso..." Seguro pensaron los gusanos, pero ella se adelantó a la inevitable pregunta fingiendo recibir una llamada importantísima y, dándome un besito de judas, se despidió rápidamente no sin antes decirnos: "Los espero en mi fiesta, chicocos"
Uno de los gusanos, que al parecer no había entendido lo que era tan evidente, interrumpió el silencio dejado tras su intespestiva partida y dijo:
-Oye, pero San Borja es un poco grande no? Va a ser algo dificil llegar a su casa...
- No se preocupen, amigos -les dije- aquí les dejo la tarjetita de invitación. ¡No le fallen eh!
***
Me encontraba haciendo mis primeras prácticas en una empresa consultora muy conocida en el medio. Justo en mis primeras semanas de trabajo, mi jefa tuvo una fuerte discusión con su padre y ésta decidió independizarse y vivir sola en un departamento. Bueno, no tan sola pues decidió llevarse con ella a su pequeña perra Shitzu Hund, que su ex novio le había regalado.
Todo estaba saliendo bien en sus planes, hasta que llegó a su nuevo departamento y la dueña del edificio le indicó de inmediato una regla de oro que había olvidado advertir: "NO ACEPTAMOS PERROS (Ni perras, solo gente decentita...)". Con lo dificil que era encontrar departamento disponible, no le quedó más que aceptar la condición, así que mientras buscaba otro departamento no tuvo mejor idea que llevar consigo a la perrita, a nuestra oficina y esconderla en el baño.
Como es lógico, yo estaba a cargo de ayudarla a lograr que nadie se entere de la presencia de la pequeña perra (cosas que a veces le toca hacer a un practicante...). Todo funcionó bien durante un par de días pero la situación poco a poco se hacía mas insostenible. Nuestra oficina olía a mojon de perrito y la señora de la limpieza comenzaba a insinuar que quería "alguito mas" a cambio de su silencio (era comprensible pues no era justo que entrara todos los días al baño a limpiar tremenda mugre que dejaba la perra).

Dia 62: Los Gusanos

Hugo, Paco y Luis, los nuevos niños...


Por mi parte, me encariñe mucho con la pequeña, ella no se dejaba agarrar por absolutamente nadie más que mi jefa, pero conmigo era distinta. Me movía la cola, me lamía, le gustaba que la cargue. Parecía enamorada de mí desde el primer instante, y por suerte, su amor era correspondido. Mi jefa estaba al borde de la locura pues no encontraba departamento nuevo y no tenía a nadie con quien dejar a su "hija" (como María la del Barrio a punto de regalar a Nandito), no lo pensó dos veces y me dijo: ¿Mijaíl, no quieres quedarte con ella? 
Y así fue como la pequeña perrita se convirtió en parte de la familia. Así fue como Laiza llegó a mi vida... Quise cambiarle de nombre, pero por más que intenté llamarla "Bulma", "Fiona" o "Britney", nunca me hacía caso. Mi jefa ya la había bautizado como Laiza, y así se quedó hasta el día de hoy que cumplió 6 años de vida, junto a mí... Es abuela y vive en mi casa junto a sus 2 hijos y un pequeño nieto. Creo que es muy feliz y gracias a ella, borré un recuerdo desagradable y ahora el nombre Laiza me suena cada vez más bonito...
#100 Antes de ti: Laiza (¡Feliz Cumpleaños!)
Enviado desde mi BlackBerry de Claro.

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