Dia 68: Catarsis de un divino amor.

Publicado el 26 septiembre 2012 por 160

Ahora en la nueva oficina a la que nos hemos mudado, no existe un paradero cercano, así que no me queda mas que tomar taxi desde la oficina hasta la estación del tren en San Borja, pero hay ocasiones como las de hoy en las que prefiero caminar relajadamente observando a la gente pasar.

Aprovechando que andaba de ocioso, decidí llamar a Gary Rivera para ponerme a conversar y hacer mas entretenida la caminata, y así entre tema y tema, llegamos a conversar sobre las experiencias de peligro en robos, asaltos, etc que hemos tenido en nuestras vidas. Fue asi como me puse a recordar una de las experiencias mas peligrosas que he tenido hasta el día de Hoy...

4 años antes.

Vivía en las nubes, muy enamorado de Daniel, un Ing. de Sistemas a quien conocí cuando realizaba mis practicas pre en la Cruz Roja. Me gustó desde el primer momento que lo vi, aunque claro, hasta ese instante, no sabia que el era gay, ni el sabia nada de mi. Pasamos un par de meses conociéndonos hasta que llegó el momento en el cual la atracción mutua se hizo demasiado evidente y tras confesarle mi aversión a la vagina, él me dijo muy emocionado: "chocatela". Desde ese dia comenzamos a conocernos mas y mas y mas y mas. Por esos dias yo vivia solo pues habia alquilado una habitación en un edificio cercano a mi Universidad, por lo que siempre pasabamos mucho tiempo juntos y nos reiamos por cualquier estupidez y mucho mas al saber que la gente jamas podria sospechar de nuestra relación ni de lo que haciamos en las cuatro paredes de mi cuarto. Era "nuestro secreto". Pero pronto eso comenzó a volverse un problema. Mas, porque él aun no había salido del closet con nadie mas que conmigo. Incluso, antes de empezar nuestra relacion, el estaba "comprometido" (si, con anillo y todo) con una chica que conocio desde el primer grado de primaria y a quien el decia "querer" de una forma muy especial, pero que sabia que no era mas que cariño.

Hubo oportunidades en las que mis amigos querian conocerlo, pero el se negaba rotundamente, pues una cosa era engañar al mundo agarrandonos las manos bajo la mesa, pero otra muy distinta era hacerlo en compañia de personas que sabian muy bien lo que pasaba entre los dos. "Solo quiero que seamos tu y yo siempre, nadie mas", esa era la excusa que ponia y bueno, por un tiempo lo acepte, pero no dejaba de sentirme incomodo por ese detalle y otros mas que surgen cuando uno quiere ocultar las cosas a como de lugar.

Un buen dia decidi alejarme de el pues el vivir nuestro amor entre las cuatro paredes de mi habitacion era cada vez mas monotono y absurdo. Yo ya era un hombre libre, que no tenia temor a expresarse y decir lo que sentia, no podia retroceder. Pero solo pude alejarme dos dias, al tercero no aguantó mas mi ausencia y volvio a mí con la palabra magica "Negociemos". Y desde ese dia, conocio a mis amigos, pero solo a algunos de los que el elegiria, y yo tambien conoci a los suyos, pero tambien solo a los que yo deseaba conocer. Me dijo que tuvo mucho miedo de perderme y con su actitud distinta me animó a ayudarlo a aceptarse y a aceptar lo nuestro.

Pero hasta aqui olvidé mencionarles algo importante. Daniel era Mormón y extremadamente creyente de las. "señales divinas". Toda su vida habia sido educado para servir a Dios, casarse, tener una familia numerosa e ir con todos ellos a la iglesia a seguir adorando a Dios. Era el tipo de vida para el cual habia nacido y se lo habia grabado muy bien a pesar de que luchaba por darle un sentido a ese nuevo giro que le habia dado a todo, tras conocerme a mi. Yo sabia muy bien lo dificil que todo le resultaba, hubo muchas veces en las que me lloraba al sentir que "le estaba fallando a Cristo", pero que no podia dejarme.

Trataba de ser paciente pues en verdad lo amaba. Fue la primera vez que senti que realmente amaba a un hombre, pues hasta ese momento yo solo creia que mi homosexualidad era simple deseo sexual desviado. Con Daniel descubri que yo no era una simple extensión de mi Pene, sino un tipo. que tambien podia amar.

Y asi fue como tras doce meses de idas y venidas, de altos y bajos, de lagrimas y sonrisas, llego finalmente esa "señal divina" a la que tanto le temia Daniel. Mientras salimos a caminar por uno de los parques cerca a mi Universidad, un hombre se acercó a nosotros con un arma y lo primero que le dijo a Daniel fue: "¿Asi que tu eres el que se ha comido a mi Mujer no hijoeputa?" Daniel se puso rojo de puro miedo y comenzo a temblar. Traté de calmar al sujeto intentanto de hacerle entender que estaba confundiendose de persona, pero el seguia empeñado en que Daniel era a quien buscaba. Le puso la pistola en la frente y yo pense qùe todo se Habia terminado, Daniel cerro los ojos y yo temia que pudiera salir corriendo y hacer que el tipo se ponga aun mas nervioso de lo que estaba. Le pedi que piense mejor las cosas, que era imposible que se trate de ese "Adrian" a quien estaba buscando. Saque el DNI del pantalon de Daniel indicandole que esa era la mejor forma de probarle que habia una confusión y afortundamente me permitio darle esa prueba. Finalmente el tipo vio el DNI, pero a pesar de eso, insistia que se trataba del tipo que habia hecho infeliz su matrimonio. Daniel comenzó a llorar mientras el tipo seguia apuntandole y llenandolo de insultos. Yo no sabia que hacer, sabia que estabamos ambos en el lugar equivocado, en el momento equivocado.

Por suerte, tras dos minutos de terror, aparecio un hombre en un Station Wagon blanco gritandole al tipo que "ya habian encontrado al infeliz en el parque aledaño..."

Sobrevivimos ese dia, pero nuestro amor sufrio una herida mortal. El se asustó mucho y una vez mas se comenzo a culpar y lo primero que creyo era que Dios nos habia dado una nueva oportunidad para "corregir nuestro camino".... Cuando me dijo eso, entendi muy bien que todo habia terminado... "Corrige tu camino, el mio esta muy bien asi".

Un año despues, Daniel se casó. 3 meses despues, tuvo su primera hija... "Me alegro por tí", le dije aquella vez que me contó emocionado lo que estaba ocurriendole, pero desde ese momento en que volvimos a saber el uno del otro, comprendi que no habia mucho de que alegrarse. El no era feliz. En especial porque cada vez eran mas frecuentes sus llamadas llorando y pidiendome volvernos a encontrar. Y asi siguio insistiendo por casi un año, hasta que se dio cuenta que al igual que él, yo también había tomado ya otro camino....

#96 Antes de ti. Daniel... (Espero algun dia aprendas a quererte)
Enviado desde mi BlackBerry de Claro.