Anoche, tuve uno de esos sueños raros que terminan convirtiéndose en una señal. Allí, en los brazos cálidos de morfeo, pude ver como el papayo había crecido a niveles estratosfericos, como aquella planta de Juanito y las habichuelas. El papayo tenía unas inmensas papayas brotandole a lo largo del tallo y yo podía escalarlas como si se tratasen de peñascos sorteados por un alpinista. ¡Era un éxito de papayo! Me dio mucho gusto verlo así...
Sin embargo, toda la emoción se me fue consumiendo al darme cuenta que ahora que el papayo era gigante, sería muy dificil poder recuperar mi máquina del tiempo. ¡Ni con cien grúas podría sacarlo de allí! El papayo no me dejaba volver a mi pasado. ¿Querría tal vez que siga mi camino sin mirar atrás?
Y desperté...
Lo primero que hice al volver a mi realidad, fue correr hacia mi jardín. Sabía muy bien lo que ese sueño podría significar... era ese "pendiente" que estúpidamente no atendí en su debido momento y que mi inconsciente me había hecho recordar a través de un sueño. Y la escena que encontré fue dramática. Sí... como el título bien clarito lo dice, el papayo ha comenzado una lenta agonía y toda la culpa es mía. Hace una semana atrás, cuando pasé por mi más reciente crisis Blogsistencial, noté que el papayo que crecía milagrosamente en ese jardín seco donde escondí mi máquina del tiempo, había comenzado a llenarse de unas manchas blancas muy feas que lo cubrían por completo, y las hojas estaban siendo carcomidas por algún gusano maldito. Pero yo andaba tan en otra, tan deprimido y afectado por mi mundo exterior (Al igual que el papayo y sus gusanos) que no le hice caso, lo dejé de lado y comencé a luchar contra mis propios monstruos para finalmente encontrarle un nuevo sentido a todo... me recuperé.
Pero el papayo no. Mi madre decidió cortarle las hojas pues según me dijo, así tendrá más posibilidades de poder recuperarse. Yo no sé si esa fue la mejor decisión, pero lo cierto es que ¡El pobre se ve feito, así pelado! se le ve triste... derrotado. Puede parecer muy estupido lo que diré, pero mientras veía al papayo así de mal, me dio una pena tan jodida que sentí que mi día tendría ese tono gris que coloreaba el cielo a esa hora de la mañana.
Así está... :(
Según Gary, tras lo ocurrido con el Papayo, debo alegrarme pues ahora tendré el "camino libre" para sacarlo y recuperar mi máquina del tiempo sin preocuparme por no hacerle daño. ¡¡¡Pero No!! Aún pienso que podrá recuperarse y brotar nuevamente. Solo espero que no esté sufriendo... Por cierto, algo que también me pregunté durante todo el día es si las plantas sufren... ¿el cortarle las hojas es tan doloroso como cuando a alguien le cortan los brazos?. ¡¡¡Ojalá que no!!!...La conclusión es que hoy me siento cómo si en estos momentos tuviera un amigo muy enfermo, que necesita de mí. Por suerte Serudio me ha dado algunos consejos para ayudarlo... los aplicaré.
PS. Munani me alegró la noche al invitarme a cantar nuevamente con él. Ya me pasó la letra, espero que podamos grabarla muy pronto. Gracias por pensar en mi, Munani.
PS. Para entender mejor éste post y el porqué el papayo tiene tanto significado para mí... debes leer este post.