Revista Diario

Dia 89: Me di cuenta que estoy envejeciendo...

Publicado el 18 octubre 2012 por 160
Dia 89: Me di cuenta que estoy envejeciendo......porque ésta noche mi madre se acercó a mi para preguntarme "¿Cómo te fue hoy, Mijaíl?" y luego de tomar un sorbito de mi café, levanté la mirada y por primera vez después de mucho tiempo la pude observar con claridad y vi su rostro arrugado, sus ojitos cansados y su mirada tristemente alegre de verme llegar sano a casa. Me chocó. Tal vez el verla todos los días en casa no me había permitido dar cuenta de ese detalle: mamá está envejeciendo. El tiempo ha pasado en un abrir y cerrar de ojos. Recordé entonces un momento de nuestra vida que llevo grabado en mi mente, de aquellos años en los que ella aún era jóven y yo aún un niño pequeño.
Habíamos ido al hospital pues yo me encontraba algo enfermo y necesitaba que me vea el médico. Mi padre estaba de guardia durante una semana por un problema político que se dio por aquellos años por lo que sólo mi madre veía por nosotros. Recuerdo que a la salida del hospital, me puse a llorar mucho pues quería que me compre una galleta "Chomp". Ella me decía que no había dinero, que debía entender pues a las justas teníamos para el pasaje de vuelta a casa. Yo me encapriché demasiado, no entendía razones y seguía gritando y haciendo un escándalo. Quería a como de lugar que me compre mi galleta.
Ella era muy joven y tenía encima todas las deudas a las que se había comprometido por tratar de darme a mi y a mis hermanos todo lo necesario para estar tranquilos. Mi padre era policía y lamentablemente las remuneraciones de un Policía en mi pais, están por los suelos desde siempre, es por ello que a las justas le daba dinero a mi madre para poder cubrir gastos básicos y no había para "galletitas". Pero claro, eso yo no lo entendía aún.
Entonces mamá, al ver lo insistente y obstinado que era, decidió comprarme la galleta. Me puse muy contento y me comí con ganas cada una de las galletas, aunque luego de ello tuvimos que caminar las 30 cuadras rumbo a nuestra casa pues era verdad, no había dinero para el pasaje de retorno. Yo no creo haber caminado más de 4 cuadras, mucho más porque andaba enfermo, así que mi madre me subió en su espalda y me llevó cargando el resto del camino, con lo grande que era debo suponer que no fue una tarea fácil llevarme cargado. La amé más que nunca, aunque también por dentro me sentí tremendamente culpable por la maldita galleta. Recuerdo que nunca más volví a exigirle nada, pues a partir de ese día tuve consciencia de que no siempre todo lo que uno quiere lo puede obtener fácilmente, todo cuesta y debemos valorarlo.
Me di cuenta que estoy envejeciendo... a pesar de tener solo 26 años, sé que hasta hace poco tenía 14, y que así, en un abrir y cerrar de ojos, tendré 50. Mi madre no siempre estará a mi lado, y la verdad eso es algo que me da mucha tristeza y prefiero no pensarlo. De más esta decir que éste post me esta costando lágrimas, pero esta noche sentí la necesidad de contarlo.
Amo demasiado a mi madre y éste sólo es uno de los tantos momentos que he vivido junto a ella. Ya más adelante podré contarles más. Por el momento, sigo trabajando duro para darle todo lo que ella se merece. Me queda poco tiempo... lo sé.
#78 Antes de ti: La Galleta Chomp (Porque con ella empecé a ser un niño consciente de su realidad).
PD. Tomé prestado el título de un post de Gary (CopyrRight)

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