El lago estaba tranquilo, casi no había movimiento ni tampoco viento. Tranquilamente levantó su caña de pescar y puso un poco de su cebo especial en el anzuelo. Luego con la experiencia de los años encima calculó el mejor lugar donde poder lanzarlo, lo movió como un experto y lanzó el anzuelo muy a lo lejos hacia su izquierda. El anzuelo voló durante unos segundos y finalmente golpeó el agua con un leve gulp. Luego de unos instantes se sentó en un banquillo en el bote y puso la base de la caña en un costado.
- Ahhhh.... – Exclamó – un día perfecto para relajarse pescando.
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