Revista Diario
Diario de... Cristinita
Publicado el 12 marzo 2010 por CristinitaMarzo de 2010
"Los carnavales"
Después de saberlo que se siente siendo una auténtica Belén Esteban, he descubierto que me he realizado como persona, sí, Cristinita, se ha realizado casi por completo. Y digo "casi" porque si realizarse como persona implica el nombre de la Belén Esteban, es que muy mal tienen que ir las cosas.
Pero empezaré por el principio. Hola, buenas, ¿qué tal? ¿Me echabas de menos?... (silencio). Uf, la cosa está peor de lo que me imaginaba. Sin embargo, iremos al grano.
Después de semanas encerrada en mi celda de clausura (estudio), yo, la joven no protagonista de Karate Kid, Cristinita, pensé que necesitaba un cambio, una motivación.
Miré mis 20 perfiles registrados en redes sociales, tuve 15 conversaciones online a través de los muros y comentarios de fotos (además del msn); ignoré a 2 y lo vi claro; no podía quedarme en casa desaprovechando mi tiempo libre ante mi nueva vida virtual paralela.
Observé la participación del concurso de la "filloa" de mi barrio, le pedí permiso a la madre superiora del convento y, como una choni, salí a la calle.
En el exterior, la calle mostraba un panorama desolador. Había vampiros de 5 años y medio metro de altura; princesitas disney de tamaño portátil junto a una hippy pija divina de la muerte, Cristinita.
Allí estaba yo, con el semblante en alto, mirando a través de mis gafas más negras que el rey mago Baltasar, a la "plebe" que pasaba a mi lado; sin mirarme (o eso creía) a los que contestaba con una sonrisa maravillosa.
Atravesé la ciudad, mantuve el equilibrio en la oscuridad sin quitarme las gafas y tuve que soportar que me preguntasen:
- "Te estuve observando y no logro identificarte, ¿tú de qué vas disfrazada?"
A la que amablemente, como alguién de mi clase puede hacerlo contesté:
-"Jo tía, qué fuerte me parece, pues, osea, voy de hippy pija. Voy superdivina." (Silencio) "Paz y amor, hermana".
Ese día comprendí que, a pesar de ser la única no menor de edad, de altura adecuada, de toda la ciudad, fue una de las pocas veces en meses que más me reí de verdad y disfruté, incluso, más que la Belén Esteban en un plató de televisión contando su vida.
260 minutos de estiramientos faciales gratuítos, risas, risas y más risas; junto con una escasa o nula poca vergüenza. Ese día, los "raritos" pudimos mostrarnos ante la sociedad en nuestra total plenitud. Pero ésta, nos miraba de reojo porque nos tenía miedo; y pensando que "¡esta es la generación del futuro!".
Pero, ¿sabéis que os digo? ¡Que nos quiten lo bailado!
Frase célebre del mes:
"Algunas veces hay que saberse reír de uno mismo para comprender lo que realmente importa, osea, mi vestido de Lacoste tía, iba superdivina,....Bueno, no os olvidéis: Paz y amor hermanos".