Relaxing time
Se acerca Septiembre, las librerías y papelerías están haciendo su "agosto" estos días. Y es se acerca el final de las vacaciones, el regreso al colegio, a la ciudad, al trabajo...; dejando atrás la "buena vida", las playas llenas de veraneantes, las fotos en instagram o Facebook en la playa, etc. y comienza la vuelta a la rutina y el acopio de todo tipo de material escolar, así como los míticos colecionables de Septiembre (a veces, no sé si las encuestas de población activa deberían de hacer una breve mención a los colecionables, puesto que todavía no he conocido a nadie que los haya terminado).
Pero, ¿qué ocurre con los que trabajamos durante el verano? Parece que Septiembre es simplemente la prolongación de tu rutina y dejas de tener vida, a los ojos de los medios.
Pues no, Septiembre es el mes del "opositor", ese ser que se desplaza por las librerías, papelerías o grandes superficies que en estas fechas están cargados de descuentos, 2x1, o de paquetes con 50 bolígrafos de colores al precio de 20; por ejemplo. Ese espécimen que se camufla entre la sección de post-it de colores y formas, contempla brevemente su economía, y se llena la cesta de la compra con útiles que, quizás use, o quizás pueda usar en próximos subrayados, pero que acaba adquiriendo porque son "bonitos".
El/la opositor/a no compra para "menores" a su cargo en edad escolar, si no para su propio placer personal; es conocedor de toda clase de técnicas de subrayado y domina a la perfección aplicaciones como Pinterest, lo que lo llena de ideas a realizar con whassitape, subrayadores...en su agenda "cool".
A diferencia del loco/a de las manualidades, el/la opositor/a tiene bajo sus dominios un amplio surtido de estuches "monos", agendas "cucas" y un amplio abanico de recursos (tras haber arrasado en años anteriores las papelerías), que invaden su "opozulo", Un "opozulo" que, lucirá una imagen "impoluta" para las fotografías subidas a instagram, pero que dejará de poseer todo el espacio necesario para sus apuntes o los esquemas de los esquemas, cuando llevas 4 horas delante de ellos (invadiendo todo el espacio que lo rodea).
Así que qué decir del mes de Septiembre, un mes que adoro por el amplio surtido de folios que adquiriré y los post-it que descubriré, de puente entre mis vacaciones (porque los que trabajamos en verano descubrimos el relax en este mes sin "familias con niños/as gritones/as" y sin saturaciones en las playas) y la vuelta a la rutina de estudio. Es decir, un mes con síndrome post-vacacional, en donde te das cuenta, otro año más, de las numerosas cosas que te has propuesto hacer y no has hecho, mientras te tomas un respiro en una playita a 25ºC, mientras el resto de tus conocidos terminan sus vacaciones.