Diario de una mujer III

Foto: Iaia Gagliani
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Una tenue pero amplia
tristeza invade toda mi
persona, la integro como
parte de mi vida, y cuando
desaparece, cuando disfruto
de un tiempo de felicidad,
doy gracias por no haber
perdido esa presencía,
esas risas, ese compartir
nuestra complicidad...
Hay soledad, buscada, asumida...
Ya hace mucho que prefiero
dejar mis emociones dentro,
tal vez necesitan recolocarse
solitas...
Siguen en la montaña
rusa, van vienen, se esconden,
abren la ventana, la cierran,
discuten entre ellas, se pelean
a morir, de nuevo se hacen
amigas y se echan la siesta,
luego despiertan de mal humor...
bufff, ¡¡¡que pesadas son a veces!!!
Aunque las quiero, son mias,
hijillas de mi ser y aunque me
enfade, siempre acabo perdonándolas...
Teresa
P.D. la historia no es ficticia pero tampoco
se acerca a la realidad...
Teresa