Diario de una poeta divorciada

No es apología del divorcio, no es fomentar la disolución del matrimonio,
pero hoy brindo por los hombres y las mujeres divorciadas,
por aquellos que decidieron amar, entregarse morir... y resucitar.
Juramos ante un altar, amar a una persona toda la vida,
pero el conocimiento empírico de que se muere muchas veces, en una sola,
hace que el juramento se disuelva y que no haya pecado,
porque no hay pecador
sólo existe una persona que amó intensamente hasta que murió
…y resucitó
Somos hombre y mujeres que amamos,
nos entregamos de tal manera y pasión
que no nos vestimos conformismo,
sabemos distinguir el amor del cariño,
y uno utilizamos un cuerpo para hacer el amor
...a nosotros mismos.
Recuerdo las lecciones de vida que recibía de niña:
Sólo se ama una vez en la vida
¡Estulticias!
Ama,
quien ama, respira
pero ten por consigna:
Ante tu egoísmo y el mío, prefiero el mío.
Piedra angular del amor
ámate tanto,
que tengas la capacidad de entregarlo,
a quien esté a tu lado
Daniela: El brillo de mis ojos dice, que he amado más de una vez