Diario político y literario de Fulgencio Martínez, donde se habla de lo divino y de lo humano/ 4

EL SILENCIO DE LOS CORDEROS 3ª PARTE: EL CONGRESO SOCIALISTA
A Manolo Cutillas, con lealtad progresista
Ahí va mi aportación a las conclusiones del Congreso de Sevilla, una cita del filósofo Vattimo que cedo a cualquier delegado del PSOE de Murcia para que se envuelva el bocadillo en el viaje de vuelta: “la izquierda está necesitada de descifrar el signo de los tiempos con el vigor de una empresa colectiva”.
No sé si ha llegado el tiempo de la reflexión y la evaluación para los que seguimos la política desde la simpatía por los valores tradicionalmente llamados de izquierdas. Caída de la venda o caída de la hoja del socialismo, no sé como llamar a este tiempo de desilusión tras la derrota electoral y la anunciada renovación in toto del partido socialista. Del Congreso reciente sólo ha transcendido una pelea por el liderazgo y un síntoma preocupante: casi a la búlgara ha habido unanimidad en aprobar la gestión del secretario saliente. El inmovilismo del PSOE se apoya en la convicción falsa de presentarse como un mal menor frente a la derecha recortadora y neoliberal. En sus campañas, se han conjuntado las voces de los dos candidatos a la Secretaría general, el tándem Chacón- Rubalcaba, el CR de la factoría de Ferraz. Han coincidido en asumir el legado de Rodríguez Zapatero. Realmente, lo que hizo el gobierno anterior en sus últimos meses, ya como gobierno interino, es de mérito. En soberanía nacional, le volvimos a ceder territorio para bases a los americanos; en soberanía democrática, se reformó la Constitución sin la consulta al pueblo soberano; en el “crescendo” de la desideologización, se atendió sin rechistar cualquier orden externa, se asumió como bondad incuestionable que el fin justifica los medios.... y (para no alargarme) se dio el beneplácito al Banco de España para liquidar las Cajas de Ahorros sin importarle al gobierno la incertidumbre de los españoles de a pie que tuvieran contratadas participaciones con algunas de ellas.
Ante ese bagaje, del que solo hemos anotado unas cuantas hazañas, los ciudadanos normales se sienten, al menos, perplejos: no así los llamados a ser los futuros líderes del PSOE; éstos, por el contrario, están muy satisfechos. Claro que sí, pero porque nadie va a dar un puñetazo en la mesa en el Congreso del Partido. La palabra cambio es hoy patrimonio de la derecha, hasta ese punto se ha disminuido en los últimos años la ideología del PSOE. Aquí, en nuestra Región, hacen peña los que que apoyan a Rubalcaba para pagar los favores prestados: Los que han firmado en masa a favor de Rubalcaba, tanto lo hubieran hecho igual a favor de Chacón, si hubiera variado la orden. Ni unos ni otros se han interesado por los problemas reales del pueblo, por encontrarle solución a los afectados por el desahucio, el paro, la falta de ilusión en la calle.
La defensora del pueblo actual, paradójicamente, está haciendo las funciones que tendría que cumplir sin excusas la Oposición socialista. Sus últimas declaraciones exigen solución para los afectados por la crisis que no pueden responder al pago de sus hipotecas, y aclaración sobre la política del Banco de España en relación con los perjudicados por la desvergonzada actuación de algunas Cajas de Ahorros. Y, en este panorama, nos preguntamos: ¿Hasta cuándo el silencio de los corderos en los militantes del PSOE?
Fulgencio Martínez