Revista Diario
12.20 de la mañana, y ahí estaba yo, en la oficina del INEM, repleta de papeles, la mayoría inútiles para lo que me atañía, esperando que la pantalla señalara mi número. Pronto llegó mi turno, acudí a la mesa señalada, y esperé a que la mujer que debía atenderme resolviera una duda a una compañera. Saludé cordialmente y me senté.
DNI, certificado de empresa, papelito que me había tocado llevar a firmar a la oficina el día anterior, y solicitud rellena. Documento tras documento salía de la carpeta a petición de aquella mujer.
Teclea sin parar, me pregunta cosas que ya aparecían en los documentos que le había entregado, no supe muy bien si era para que no me aburriera mientras ella tecleaba, o es que me estaba poniendo a prueba. Teclea y teclea, y yo con los nervios tales como al que le dicen que le ha tocado algo, y espera saber si se trata del apartamento en Benidorm, o la lata de callos caducada.
¡Vaya!, por lo visto tiene que hacerlo a mano, el ordenador no le deja hacerlo, qué suerte tengo. Mientras me lo pueda hacer en el momento, como si tengo que estar ahí hasta que cierren. Saca papeles y más papeles, apunta con un bic números y más números, rellena varios papeles e imprime otros.
Por fin se decide a decirme: "Lo preparo todo, y ahora te comento como se te queda". ¡Milagro! Pensé que que se había olvidado de mi presencia, o de que me gustaría saber cómo está mi situación actual.
Tras unos minutos más -total, qué más daba ya-, coge un papel en sucio, y empieza a explicarme los topes mínimos y máximos, esto, aquello, a lo que yo asentía como si estuviera acostumbrada a oír cosas así, mientras ella seguía explicando. Escribió números poco legibles en la hoja, y me dijo que claro, como había estado a media jornada los últimos meses -un año para ser exactos-, la base era tal, y no podía ser inferior de cual.
Ya sonaba el redoble de tambores en mi cabeza, esperando descubrir qué me correspondía por más 5 años de trabajo en la misma empresa. ¿El resultado? Pues bien, si el último año cobré una mierda, durante 6 meses cobraré el 70% de esa mierda, menos la Seguridad Social, cuota que no pudo decirme con exactitud, y a partir del séptimo mes, el 60% de aquella mierda que cobrara en la empresa, igualmente teniendo que descontar la Seguridad Social, o lo que es lo mismo, lata de callos caducada para una servidora.
¿Conclusión? Está jodida la cosa... La indemnización por despido me la abonarán de 5 veces, y me pagarán un mes más la misma cuantía por realizar las tutorías de los alumnos de Caracterización que tenía antes del despido, además de pagarme -poco para el trabajo que es- por los nuevos alumnos que haya de dicho curso. Mi intención es no tocar ese dinero, ahorrarlo por lo que pudiera pasar, pues no sé cuánto tiempo durará esta situación, y no quiero que me pille por sorpresa, hay que ser previsor, y más ahora.
Ha comenzado mi peregrinaje por páginas de empleo, mi cerebro maquina sobre cómo actuar ahora, qué hacer, cómo salir de esta, y yo prosigo con mi formación -empezaré con el curso de Photoshop CS4 el lunes-, me niego a tener vacíos en el CV, por pequeños que sean.
Trabajo de mi vida, sé que estás ahí, y te encontraré...