Es una de esas frases que, cuando la escucho, me ponen automáticamente a la defensiva: 'Dicen que...'.
Tras el 'dicen que...' puede venir cualquier cosa. Siguiendo el 'dicen que...' pueden venir anuncios de catástrofes aconómicas, apocalípsis climáticas, curaciones para todo mal ocultadas por el gobierno, nuevas pócimas de frutas que lo curan todo... cualquier cosa. El 'dicen que...' es sólo el umbral, la entrada a la jungla de los rumores del momento. Bienvenido.
Todos hemos escuchado un 'dicen que...'. Todos hemos escuchado también lo que sigue... 'los vegetales genéticamente modificados envenenan a la gente', o 'la cura del cáncer ya la tienen, pero que la ocultan', o 'lo del cambio climático es mentira, es todo una conspiración comunista' ... y los ya olvidados 'dicen que en diciembre del 2012 se acaba el mundo' o 'dicen que el dólar desaparecerá en 2010 y será reemplazado por una moneda llamada el Amero...'.
Hay cientos, miles de 'dicen que...'. Hay muchos y para todos los gustos. El 'dicen que' es adaptable, muta rápidamente según quién lo repita y sirve a los más variados intereses públicos.
El 'dicen que...' no es responsable de nada, se declara totalmente inocente. El 'dicen que...' no dice quién dice. Ni cuándo se dijo, ni dónde se dijo. Ni en qué contexto se dijo lo que se dijo. Hay pocas posibilidades de verificar el 'dicen que...'. Hay que conformarse: alguien dijo algo y así será. Si sirve a alguno de tus intereses, repítelo, úsalo, dílo en cenas y cócteles. Si no, olvídalo - total, no sabes quién lo dijo, ni cuándo, ni dónde.
'Dicen que...' es sólo la llave, la frase biterminológica que enciende la luz en la bodega de las leyendas populares. Si escucha por allí un 'dicen que...', ponga atención: éste será seguido por algún increíble rumor de moda. Si no logra escuchar bien no importa: muy pronto escuchará otro 'dicen que...'. Se crean de manera espontánea y constante en medio de cualquir multitud. Son el enemigo natural del silencio sabio.