Dictadura y Comunismo 2.0

La era de la información, en la que cada vez es más difícil imponer controles, supone un reto para los políticos que “creen” en las más absurdas formas de gobierno y las venden como la única verdad posible.

En Venezuela las personas pueden entrar y salir libremente y pueden técnicamente hacer lo que quieran siempre que estén dentro del marco de la legalidad. El asunto es que el gobierno ha logrado crear “controles” que impiden que las personas puedan ejercer su ciudadanía o simplemente vivir. En las viejas dictaduras los militares y los cuerpos de represión tenían el control de las actividades de los ciudadanos, había seguridad pero tenias que tener cuidado con lo que decías y si eras adverso al régimen debías huir. Hoy en día el control lo ejerce la inseguridad, los venezolanos cada vez menos se atreven a salir y a dejarse ver en público en horarios extremos e inclusive a la luz del día debe cuidar que no se convierta en objeto de la lista negra de la revolución: Los cerca de 200.000 muertos desde 1999.El gobierno nunca habla de ello y cuando lo hace, es incoherente. No existe pero es culpa de la cuarta república, no existe pero es culpa del imperio. No vayamos lejos, en la asamblea el que no reconozca a Maduro no puede hablar y si habla, coñazo.Lo mismo con la actividad económica, uno puede hacer lo que guste pero los permisos los da el gobierno, es la mano que mece la cuna. Puedes importar y si tienes amigos dentro del gobierno tendrás los dólares, en cambio, si eres públicamente adverso apenas te darán divisas y deberás planificar tu economía a dólar libre. De ahí viene la última novela de usura que ha querido crear el presidente para seguir encasquetando la culpa en terceros pero lo más grave, van a empezar a controlar cuanto puedes ganar.En Venezuela se puede hacer mucho dinero, si vas de la mano del gobierno. Si tienes dinero y adversas al gobierno, cuídate, probablemente harán lo imposible por quitártelo a través de juicios y extrañas medidas.Lo mismo con el asunto electoral, puedes participar con total libertad, pero la supervisión es limitada. Todo eso lo sabemos, de memoria, pero aun creemos que estamos en democracia. La vieja escuela se fue, apenas controla el acceso a ciertas páginas de internet así como las publicaciones y comunicaciones que hagan dirigentes del oficialismo y de la oposición, pero los controles verdaderos son otros: Inseguridad, burocracia de la buena y elecciones libres pero modificables. Somos libres, mientras el gobierno nos de el visto bueno; somos libres mientras no jodamos.

Estamos presos en una situación con no muy buen augurio. Los que han podido se han ido y aun así sufren como si estuvieran acá, los que seguimos acá pensando en irnos sufrimos por no irnos y seguir acá. Siendo Venezuela un país de paso, con el mejor sistema de orquestas del mundo pero con índices de inseguridad dignos de una guerra, el futuro se decide entre el plan A y el B. Laureano Márquez, un venezolano insigne, nos pide que nos apliquemos al plan A, el asunto es que nos quitaron el plan y no nos dimos cuenta.