Diez poderosas razones por las que amo Blade Runner

Publicado el 26 noviembre 2012 por Cineenconserva @Cineenconserva
30 años no son nada para Blade Runner. Hace poco volví a verla aprovechando que la Filmoteca de Extremadura proyectaba el montaje final y una vez más, su magia volvió a atraparme. Salí pensando que nunca hubo monólogo final más perfecto, ni spinners mejor diseñados, ni replicantes más humanos que los que plasmó Ridley Scott en este clásico de la ciencia ficción.

Esos pensamientos fueron motivo suficiente para que hoy comparta con vosotros las 10 poderosas razones por las que amo Blade Runner.1. Es una película visionaria
Puede que en 2019, año que transcurre la película, aún no se hayan creado máquinas tan perfectas como los Nexus 6, pero el futuro que plantea Ridley Scott no está tan lejos como pensamos. Como dijo el escritor y crítico cinematográfico Guillermo Cabrera Infante"Blade Runner, la más excitante y perfecta de las películas de fantaciencia(...) muestra no un futuro promisorio sino, empeorando lo presente, un mañana peor: polvo eres y terminarás comiendo polvo. O fideos plásticos..." Aunque en la novela de Philip K. Dick ya se encuentra esa visión deshumanizada del futuro, mi teoría es que los guionistas de Blade Runner eran loopers, porque impresiona tal poder de anticipación. Superpoblación, proliferación de la comunidad oriental, dependencia y dominio de la tecnología, contaminación medioambiental, desaparición de la vida animal, manipulación genética...¿os suena?

2.Aborda las grandes preguntas de la humanidad
Muchas películas de ciencia ficción han abordado algunas de las grandes incógnitas de la humanidad como el ¿de dónde venimos? o el ¿adónde vamos?. Prometheus, el regreso al SciFi de Ridley Scott, es una de las últimas en indagar en los orígenes del hombre ( al menos en la primera media hora). En Blade Runner esas cuestiones filosóficas son planteadas por      los replicantes, quienes demuestran mayor profundidad que los que no son "pellejudos". Basta contemplar la escena en donde el líder de los replicantes, Roy Batty, plantea el deseo de supervivencia a su creador, el doctor Tyrell, quien como Frankestein juega a ser Dios y sale escaldado. 
3 Destila amor por el cine negroDesde los personajes (el nombre de Deckard es Rick como el mítico protagonista de Casablanca) hasta la narrativa o el estilo visual contienen referencias al cine noir. En el libro "501 películas que no puedes dejar de ver" se menciona el gran parecido de Deckard con el detective de ficción Philip Marlowe, un lobo solitario parido por el escritor norteamericano Raymond Chandler, y que inmortalizaría Humphrey Bogart en El sueño eterno. Blade Runner bebe de ese cine de los años 40 y 50, pero al mismo tiempo, es dueña de una estética  propia.

Rachel con un recogido a lo Joan Crawford
4.Un estilo visual original e influyentePrecursora del género cyberpunk, Ridley Scott admitió fuentes estilísticas del dibujante Moebius, con quien ya había trabajado en Alien, el octavo pasajero, y hasta de un cuadro de Edward Hopper llamado Nighthawks. El artista conceptual Syd Mead contribuyó a diseñar un futuro verosímil e impactante. Los graves problemas de financiación no mermaron la calidad de los efectos especiales, y es todo un logro que vistos 30 años después aún nos siga fascinando. Su estilo visual ha influido en una larga lista de films posteriores como El quinto elemento (esas naves voladoras!!) Minority Report, sin olvidar la última sensación de la ciencia ficción: Looper.
5Su reparto es un acierto
Aunque el rodaje fue de lo más movidito, y según parece hubo muchos roces entre algunos miembros del reparto, especialmente entre director y protagonista, lo cierto es que Blade Runner cuenta con unas interpretaciones excelentes. Cuesta imaginar a otro antihéroe que no sea Harrison FordPero la verdadera revelación del film fue el holandés Rutger Hauer, siendo Roy Batty su papel más memorable y por el que pasará a la posteridad. No puedo olvidarme de Sean Young, quien solo tenía 23 añitos cuando dio vida a Rachel. El resto del reparto, incluida Daryl Hannah antes de hacerse sirena, también brillaba como rayos C en la oscuridad.
6.Su banda sonora es impresionanteSu música ha pasado a la historia y ha sido utilizada hasta Orión y más allá. Por los años 80 ya sabéis que el sintetizador hacía estragos, y Ridley Scott decidió que Evángelos Odiseas Papathanassiou, alias Vangelis fuera su compositor. El griego que ya tenía un Óscar por Carros de Fuego, acertó al combinar cortes más electrónicos con otros más melancólicos (Love Theme). También encontramos sonidos procedentes del blues, jazz y hasta música étnica. Hay al menos ocho discos editados de esta banda sonora, una joya para cualquier amante de la música de cine.








7. Está llena de pequeñas cosas mágicas
Sin los origamis (esas figuritas de papel que construye el enigmático personaje de Gaff para Deckard y que simbolizan sus diferentes estados psicológicos) la película no tendría la misma magia. La figurita del unicornio además es clave para que el espectador saque sus propias conclusiones, al igual que luego pasaría con la peonza de Origen. La máquina Voight-Kampff, utilizada por los Blade Runners para cazar a los replicantes, es también un objeto que aún hoy me sigue inquietando, al igual que el piso del pobre J.F. Sebastian (William Sanderson). Estos y otros detalles de producción ayudan a que sea una película de culto.8.Se presta a diferentes lecturas y reinterpretacionesDeckard es un replicante. Qué dices, es humano. Este diálogo es bastante usual tras visionar Blade Runner y contribuye a mitificar aún más esta cinta. Lprimera versión estrenada en los cines no transmite la idea de que Deckard sea también un androide, pero el montaje del director y sobre todo el montaje final (escena del sueño del unicornio) siembran la duda. Para colmo, Ridley Scott confirmó en 2007 que el personaje de Harrison Ford sí es un replicante, algo que no gustó al actor de Indiana Jones, siempre muy reacio a hablar del universo Blade Runner. 9. Gana con el tiempo y no envejece
Cuando fue estrenada en 1982 recibió muy malas críticas, y obtuvo una baja recaudación en Estados Unidos, quedando eclipsada por E.T de Spielberg. Fue tachada de lenta y hasta mi adorado crítico Roger Ebert no supo ver en su momento su profundidad. Pero rectificar es de sabios, y con el tiempo la película se ha posicionado entre las mejores cintas de ciencia ficción de todos los tiempos. Una de sus muchas cualidades es que su estética no envejece, y el espectador no se ríe de su ambientación o de un vestuario hortera. Además, queda Blade Runner para rato porque Scott prepara su secuela, una noticia de la que no sé si alegrarme.
10Su monologo final es insuperable
Y por último, una de las razones más poderosas e icónicas es su monólogo final. Hay speechs famosos en la historia del cine, por ejemplo el de Marlon Brando en Julio César, pero a este le guardo un cariño especial. Roy Batty lo pronuncia al borde la muerte, ante los ojos de su cazador, a quien ha perdonado la vida, demostrando así que un Nexus 6 sí puede sentir empatía.

Sobran las palabras, así que mejor os lo reproduzco: "He visto cosas que vosotros no creeríais. Atacar naves en llamas más allá de Orion. He visto Rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir..."


Y estas han sido mis diez razones para amar a Blade Runner ¿Tienes tú otras diferentes?

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