Estos días las tortugas han sacado las patas más que nunca. La más grande ha estado un muy largo rato con la cabeza muy adentro y las patas muy afuera. Estaban en tierra porque no se les había podido cambiar el agua -que siempre está templada-, y pensé que comenzarían a hibernar, por primera vez. Afortunadamente, ya se han movido; no pasaría nada malo si hibernaran, pero prefiero verlas moverse.
Silvia Parque