Llegar a ese momento en el que crees que todo ha sido un sueño, en el que ya no distingues la realidad de la fantasía.
Dime que es mentira, dime que no hay nadie más, dime que amas a mí, y a nadie más.
No necesito 'para siempres' ni promesas ni palabras, solo saber que tu corazón es mío, hoy, ahora, es suficiente, para sobrevivir el resto de mi vida.Pero dilo, necesito oírlo, de tí, de nadie más que de tí; no, tu amigo no, mis amigos tampoco, debe salir de tus labios, de tu corazón, o no lo creeré.