Dios era Internet

Dios está en Internet. De hecho, cada vez estoy más segura de que Dios ES Internet, con todas sus respuestas, sus silencios, sus fallos de conexión y sus múltiples interpretaciones. Dios iba a volver a la Tierra. Bien, pues aquí lo tenemos y no nos estamos dando cuenta, como hace 2.011 años. La monja dominica Mª Jesús Galán dice encontrarlo en la web a través de la Real Academia Española o de las innumerables citas de la Biblia que incorpora la red. Aquí está su sede social virtual. Pero con la Iglesia ha topado esta dominica al bajar al mundo terrenal. Sor Internet, como es conocida por haber digitalizado el archivo del convento de Santo Domingo el Real (Toledo), del que forma parte, y tener un perfil activo en Facebook, ha sido expulsada del convento porque estaba adquiriendo demasiada notoriedad pública para lo que se supone debe ser la vida de recogimiento y oración de una monja de clausura.
Ahora, esta buena mujer se encuentra ante la disyuntiva de engrosar las filas del paro o  elegir un nuevo destino en otro convento de la Orden. En Facebook ya hay diversos grupos que piden el retorno de sor Internet al convento.
Pero no sólo está Dios en Internet, también está presente el diablo: aquí, aquí y aquí (no clicar, que incrementarán las visitas!). Pero Internet también alberga semillas que se dejan por el camino para no repetir recorridos ni los mismos errores, como un reguero de pólvora por donde corre la llama ardiendo hasta el polvorín. Decía Aute que todo, todo está en los libros. Y está, pero en Internet también. Además, se puede modular el brillo de la pantalla y subir o bajar el volumen y la resolución, todo a gusto del consumidor e inmediato. Malos tiempos para la reflexión.