tras el semblante más opaco de la noche
recuerdo mi sonrisa obligada a tu roce,
tras el color escondido de la nada
pero mi centro viaja en un tren bala
a ese lugar raro donde duermen :
el zumo de la escarcha licuada de los días
la orquídea deslenguada y todas sus amigas
izando las pancartas donde me versa el miedo,
espejos que desnudan con celo lo que visto
en una suerte de diosa desvestida