Pero a luna, la mujer, las estaciones y la agricultura fueron inescindibles para buena parte de la humanidad, hasta que la separación artificial de instinto y razón determinó que la concepción de la vida ligada a la Naturaleza se fuera perdiendo, con las consecuencias que hoy se encuentran a la vista. El retorno a una concepción holística implica necesariamente la revalorización del aspecto femenino de la Divinidad como dadora de vida, generatriz y guardiana de este planeta bendito que los humanos nos hemos empeñado en someter, tanto desde la ignorancia como desde la soberbia y el desprecio por los recursos naturales.
Julie Loar, estudiosa de lo sagrado femenino, ha concebido Diosas para cada día como un calendario que contiene arquetipos de diferentes razas y culturas, y resulta un compendio que se vincula también con el Zodíaco, los árboles, los animales y las espirales, todos símbolos antiquísimos de las diversas facetas de la Divinidad en su aspecto de mujer.
La Diosa es cíclica en su aspecto y su despliegue, de la misma manera que la Naturaleza de la que resulta esencia y manifestación: así hay arquetipos amables y vengadores, sanadores y ejemplificadores, creativos y aniquiladores. Flujo y reflujo de la existencia alternan en épocas calmas y tormentosas y cada una de estas etapas se encuentra bajo la égida de una diosa, a la que se puede recurrir en busca de guía y protección.
El día de la fecha, según la concepción matrística de Julie Loar, se encuentra regido por Abeona, protectora de Roma y guardiana de separaciones y partidas. Su nombre, del latín abeo, significa “ir hacia adelante”; aquellos que atravesaban las puertas romanas eran asiduos viajeros que emprendían aventuras bajo la protección de Abeona, quien también se aseguraba de proteger a los niños en sus primeros pasos. Uno de los montes venusinos lleva su nombre así como el asteroide homónimo; resulta una guía a invocar para aquellos casos en los que sea necesario dejar atrás situaciones personales o bien desprenderse de aquello que impide avanzar, sin perjuicio de expresar gratitud por haber integrado oportunamente nuestra vida.
Amable distinción
Este año la actualización de tarifas de servicios públicos generó un intenso debate entre los argumentos gubernamentales y la afectación futura de las economías hogareñas. Los aumentos pretendidos, que en algunas regiones del país alcanzaban la más que abusiva cifra del 500%, fueron cuestionados duramente desde la Liga de Amas de Casa, con resultado positivo para el bolsillo de los desamparados consumidores.
La filial de la Liga de Amas de Casa de la ciudad cumplió 35 años y la celebración se llevó a cabo en el Salón Coral del hotel 13 de Julio. Periodistas, profesionales, entidades de bien público y una numerosa cantidad de amigos acompañaron a Elda y Marisa, almas mater de la institución, quienes generosamente entregaron distinciones a aquellas personas de la comunidad comprometidas con la defensa del bien común.
Las integrantes de la Comisión Directiva me sorprendieron con la mención y con la entrega de un ramo de flores; al término del acto se sortearon numerosos premios entre los presentes y resulté favorecida con un relicario que contiene la imagen de la eterna Marilyn y con una orden de compras para una suculenta parrillada: ante mi abstinencia respecto de la carne roja, mi hijo y sus amigos dieron cuenta del suculento banquete para diez personas.
Cabellera soleada
Cuando de cabello se trata, toda precaución es poca para preservar salud, brillo y ductilidad. En los meses estivales resulta adecuado entonces emplear shampoo y acondicionador restauradores, que minimicen las consecuencias citadas.
L´Occitane, con una fórmula en base a aceites esenciales de lavanda, angélica, geranio, pachulí e ylang-ylang a los que se adicionan las proteínas de trigo, cuenta con dos productos que tanto previenen como restauran la fibra capilar para lograr cabellos reparados y brillantes, aún a despecho de las condiciones climáticas estivales.