Discutir debería ser algo normal. Dicen que si no se discute no existen las conversaciones, no todos tenemos las mismas opiniones ni los mismos puntos de vista, ni la misma forma de llevar las cosas, por eso ya sea en pareja, familia o amigos lo normal es discutir de vez en cuando.
Eso si, las discusiones buenas son las que conllevan la pauta de hablar y escuchar, o sea llevar a un sitio la opinión propia pero también oir y asimilar la del otro.
Una discusión también hace que aprendamos más de la otra persona, por eso las discusiones bien asimiladas hacen que aprendamos lo que a la otra persona le afecta más y podamos llevar la siguiente conversación por otro camino para poder evitar cometer algún error como el que cometimos la primera vez.
Luego está el contrario, la discusión en los que ambos quieren tener la razón si o si y no existe ninguna manera de cerrarla sino es con el silencio absoluto, esa discusión en la que nadie escucha, solo se habla a viva voz diciendo lo que uno opina sin escuchar lo que opina el otro, simplemente contradicièndolo aunque sean con incongruencias con el único motivo de tener la razón… el fin está claro, cuando ya no hay más explicaciones posibles, cierras el grifo y callas haciendo oidos sordos al resto, eso hace que la otra persona también cierre y se acabe la discusión… pero sin solución.
Estas discusiones no son siempre cerradas, pueden acabar más tarde con un ” lo siento”…. “yo también”, y la vida sigue.
Discutir hasta con tu jefe, con un cliente o con un vecino de escalera siempre puede traer o grandes resultados o grandes collejas… todo depende del método y el modo. Eso si… las collejas que sean de esas suaves tipo “a ver si maduras” jejeje.
Una canción que no tienen discusión… dice lo que piensa.
Agnés – Release me.
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