Reconozco que este país no me inspiraba nada para diseñar al principio. Es el escogido para el mes de abril por la Iniciativa de Diseños por el Mundo de Saray. Supongo que para las bloggers de cocina tal vez haya sido un poco más sencillo... pero yo lo he pasado francamente mal para encontrar algo de inspiración. Y es que no encontraba nada lo suficientemente llamativo hasta que encontré estas fotos navegando por internet:
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Vale que no son preciosas, pero al menos era algo diferente y que no había visto hasta ahora. Parece ser que forma parte del folklore popular de esta parte del mundo: La Mascarada Tradicional. Son ritos y danzas derivados de las fiestas agostinas que llevan celebrándose desde 1877. Si te parece tan curioso como a mí, puedes saber más sobre esta tradición pinchando en el siguiente enlace:
La Mascarada Tradicional en Costa Rica
Y los colores de esta fotografía también me encantaron por la alegría que desprenden.
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Esas faldas brillantes y coloridas contrastando con las camisas blancas dan un aire festivo y muy animado ¿verdad? Sin duda un pequeño paraíso de color perdido en el Caribe. Si quieres saber más sobre los preciosos trajes típicos de este país, puedes verlo aquí: trajes típicos de Costa Rica. Te adelanto que hay variantes y todas son muy originales.
Y, parece ser, que el clima de Costa Rica, hace de este lugar una zona ideal para los anfibios, por lo que las ranas y sapos también son elementos bastante representativos de este país. Encontré un artículo genial de un fotógrafo español dedicado a esta curiosa fauna caribeña:
Ranas y Sapos de Costa Rica
Sus fotos están protegidas, así que no he querido copiar ninguna para no molestar al autor, pero merece la pena visitar su artículo para verlas. La de la rana mascarada ¡me ha encantado! Y la calidad es genial.
Y haciendo una mezcla de todos los ingredientes anteriores, he diseñado unos papeles para hacer papeles de scrapbooking de colores y ranitas muy simpáticos. Solo tienes que descargar el que más te guste, comprar cartulinas blancas, imprimir... ¡y a scrpabookear!
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