Es cierto también que un invierno en la península no se compara con uno del norte escandinavo (estoy a 18 grados, no está nada mal). Sin embargo, para hacer honor a aquellos que no ven la luz después de las 3pm, he aquí un post invernal y, sobre todo, grim (esta palabra no merece ser traducida al castellano).
Desde las lejanas tierras de Suecia nos llega Dissection, un black metal melódico inacabable. Inacabable aunque su líder Jon Nödtveidt, miembro de la Orden Misantrópica de Lucifer, se haya suicidado hace unos tres años. Pero, inacabable, sobre todo, porque la música que hicieron es simplemente impecable y estimulante. En esto no hay poses ni apariencias, se nota que esta gente hacía lo que sentía, y eso ya es digno de asombro y reverencia. En este, su segundo disco, hay matices acústicos muy bien trabajados que encajan a la perfección. A pesar de que este género no es lo que más me atrae, este disco lo logra, y jodido.
El invierno escandinavo tiene una cierta carga de melancolía y seriedad que, a pesar de que no lo hemos experimentado, tiene un fuerte punto de atracción. ¿Se imaginan pasar más de 15 horas de oscuridad cada día? Es por eso que existe tanta depresión y suicidios por aquellos lares. Esta es solo una manifestación musical que logra capturar su esencia.
Where dead angels lie