Distancia, soledad y la deshumanización de las personas

Difícil expresar como te sientes cuando no sabes como te sientes. Supongo que como para la inmensa mayoría estos están siendo meses difíciles. En mi caso, por primera vez en mucho tiempo estoy viviendo lejos de casa, muy lejos, es complicado sobre todo si ponemos en contexto la difícil situación familiar que estoy viviendo, por suerte lo voy llevando mas o menos bien. De nuevo la vida me enseña que el dinero es importante, pero no lo mas importante.

Creo que siempre he tolerado bastante bien la soledad, aun así hoy en día vivimos tiempos distintos, incluso la soledad de ahora es diferente a la de hace años, antes podías salir, pasar la tarde en un centro comercial, paseando, en un bar etc, la soledad es incluso mas solitaria y no quiero entrar en temas mucho mas dolorosos como la soledad hospitalaria o del enfermo… creo que esta pandemia va a dejarnos un gran daño emocional en todos los aspectos y a casi todos nosotros pues al estrés económico y laboral hay que sumarle el miedo, incertidumbre, presión y tristeza generalizada del panorama tan desolador que estamos viviendo y como ya he dicho muchas veces no solo entorno a la COVID-19 sino a todas y cada una de las personas que sufren una enfermedad y ven como su asistencia sanitaria se ve retrasada o alterada. En líneas generales creo que las consecuencias van a ser inmensas y las sufriremos puede que incluso durante mas de una década, el deterioro emocional no tratado puede hacer mella durante mucho tiempo sino prestamos atención al mismo, la falta de afecto y contacto físico genera un vacío y una deshumanización de las personas que es difícil de explicar y tratar o incluso de ver, el tener a personas en nuestro entrono que enferman, fallecen, se quedan sin trabajo etc nos afecta de igual modo, es por ello que la soledad es más solitaria, es por ello que las consecuencias de la COVIDvan a ser tan devastadoras en todo el mundo, por que indirecta o directamente nos esta haciendo daño a todos ya sea de manera mas o menos sutil afectando a nuestra salud física y mental, económica o emocional, siendo todo un conjunto de pequeñas y diminutas piedras en el camino contra las que llevamos luchado ya casi un año y que nos van desgastando poco a poco como las olas del mar desgastan las inmensas y firmes rocas de los acantilados.

No debemos menospreciar la época que estamos viviendo, no solo los enfermos sufren la COVID-19 todos lo hacemos, es por ello que una vez mas nos toca hacernos fuertes en los pequeños aspectos de la vida que nos hacen felices, pues sino lo hacemos acabaremos entrando en un bucle de tristeza y depresión que acabara no solo haciéndote daño a ti mismo sino también a todas las personas que te rodean, valorar un abrazo, una comida, una cerveza, un momento con tus seres queridos, tu trabajo… cualquier cosa, cualquier detalle de tu día a día que te empuje y te recuerde a la normalidad que solías vivir, momentos que te llenen de optimismo para tratar de sobre llevar lo mejor posible la dura situación que estamos viviendo, se que es tremendamente duro pedir esto en determinadas circunstancias, pero no podemos darnos el lujo de perder el optimismo y la ilusion en estos momentos por que es de las pocas cosas que nos quedan, puede que la mejor medicina para solventar todos esos daños colaterales e indirectos que nos esta dejando esta dura enfermedad.

La covid nunca podrá con la ilusión, el esfuerzo y la esperanza, junto con la responsabilidad individual las únicas curas de las que disponemos para salir de esta situación sanos y salvos y con las menores secuelas emocionales y físicas.