Yo creo firmemente que en este mundo, han habido siempre visionarios. Hoy en día es más difícil de que tal persona sea real y no un cuentista (y no me refiero a los que escriben cuentos y relatos); sino a los que intentan engañar a la gente enviando profecías por redes sociales o correos a miles de personas.
George Méliès era un visionario de verdad. Este cineasta francés, en 1902 rodó “Le voyage dans le Lune” (El viaje a la Luna). Y de este espectacular film de efectos especiales dignos de ver, ya que creo que realmente hacían piruetas de triple salto mortal para conseguirlas y sin tener ni una décima parte de los medios que ahora tenemos para poder hacer estos efectos ópticos.
De esta película yo me quedo con una imagen, esta…
Esta increíble fotografía es visionaria y me hace pensar que tanto la Luna como la Tierra están así, mutiladas. Desde el pueblo más pequeño del planeta hasta la urbe más grande. Tanto microorganismos que forman parte del mar como los mamíferos más grandes y feroces. La naturaleza, la educación, la sanidad, el empleo están tan maltratados que en cualquier momento se quedaran sin hálito y sin ganas de seguir luchando contra un gigante loco llamado Poder. Y todos sometidos a las ideas de gentes que solo ordenan por complacencia, para hundir al teórico contrincante y ser el más afamado y nombrado en cualquier rincón del planeta.
Melies ya veis a principios del siglo XX lo que era el mundo y en lo que se iba a convertir por eso le puso un cohete a la Luna, para que no viera al cien por cien todo el egoísmo y las desgracias que éste provoca.
Esperemos que siga tuerta mejor que ciega, porque si no aún peor iremos.
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