Hace unos meses colaboré en el blog de Patry con este DIY y hoy os traigo uno muy parecido, de nuevo transformaremos una cesta en una simpática maceta, para ello necesitaremos:
- Una cesta.
- Taladro.
- Bolsa de plástico.
- Pegamento.
- Rotulador permanente.
- Barniz.
- Una plantita.
Lo primero que hacemos es limpiar la maceta. Esta vez la cesta es de madera y necesitaremos hacerle un agujerito bajo para que la planta drene el agua.
A continuación con un rotulador le dibujamos una linda carita feliz. Si el barniz es en spray no hay problema, pero si es a brocha dejaremos secar bien el rotulador porque a mi se me corrió la tinta debido al disolvente del barniz.
Después con un poco de plástico de una bolsa aislaremos el interior de la maceta para evitar que se pudra la madera. La podemos fijar a la cesta con un poco de cola de contacto o pegamento caliente.
Y ya nos queda plantar nuestra planta. Colocamos una piedra al fondo, tapando un poquito el agujero y rellenamos de tierra. Ponemos nuestra planta y listo!
Así de mona ha quedado mi cesta-maceta, el fallo de insistir demasiado con el barniz cuando todavía no estaba seco el rotulador se disimula un poco por las vetas oscuras que tiene la madera.
En lugar de dejarla color madera puedes pintarla de cualquier otro color y después dibujarle la carita, quizás haga alguna otra para mi, esta se queda en el pueblo.
Te gustó?
*Irene*