Revista Ilustración
Como ya os adelanté en el post que hice sobre lo que íbamos a ver por el blog durante este verano hoy os traigo una entrada donde destrozo una vieja mesa y una silla, que iban a ser tirados a la basura, y los transformo en unos bonitos portavelas.
Aquí tenéis al mesa antes de descuartizarla. De la silla no tengo fotos, me emocioné y me puse a cortarla antes de sacar la cámara.
El proceso os lo explicaré con los candelabros que saqué de los barrotes del respaldo de la silla.
Lo primero que hay que hacer después de descuartizar el mueble y quedarnos con los barrotes que mas nos gustan es tapar con masilla los distintos desperfectos que tenga. Yo utilicé una mezcla de serrín y cola blanca.Una vez seco hay que lijar para igualarlo con la madera y lijar toda la pieza con un papel de lija mas fino para quitar los restos de barniz que pueda quedar.
Como estos barrotes tenían uno de los lados muy estrecho busqué un taco de madera para hacerles un soporte.Seleccioné los barrotes que mejor estaban y le hice unos agujeros al taco para que encajaran.
La pintura que utilicé la tenía por casa, es pintura para pared pero al estar bien lijada la superficie se agarra y no salta. Un par de capas de pintura y a pasar un poco la lija para crear sensación de desgastado.
A modo de protección le puse cera extendiéndola con un trapo.Con cola caliente pegué los barrotes a la base.Finalmente le coloqué unos vasitos para velas que compré en Ikea.
Seguimos los mismos pasos para los portavelas hechos con las patas de la mesa. aunque esta vez no le ponemos soporte ya que son bastante anchas en uno de sus extremos.
Ahora falta ver dónde los colocamos.
¿Os han gustado? ¿De qué otra manera habríais aprovechado estos muebles viejos que iban a tirarse a la basura?
*Irene*