Revista Diario
Por allá por el 2003 o 2004 tuve mi primer blog - en esos tiempos antes de Twitter e Instagram - cuando la gente leía más de 140 caracteres.
En esa época yo era representado en el mundo digital por Doc, un pato, que era quien contaba mis cosas. Tiempo después pasé a poner mi nombre verdadero y Doc se retiró a descansar... posiblemente en alguna isla tropical de lindas playas, mucha fruta y alejada de ciclones.
Sin embargo, cuando desempolvo anaqueles virtuales y me encuentro con él, me dan ganas de llamarlo por teléfono e invitarlo nuevamente a estas partes más frías del planeta.
Después lo coloco a un lado, cuando tenga tiempo, me digo... y Doc vuelve a quedar olvidado en aquella islita paradisíaca de la memoria.