Dolencia (Suzanne O'Sullivan)

Publicado el 18 enero 2018 por Enrique.arbe @enriquearbe
Por último, debo aclarar los términos "enfermedad", "orgánico" y "dolencia". Una enfermedad es una disfunción biológica del cuerpo. Implica una anormalidad fisiológica o una anormalidad estructural anatómica. Los términos "enfermedad" y "orgánico" aluden a trastornos patológicos del cuerpo, en oposición a los trastornos mentales."Dolencia" no es sinónimo de enfermedad. La dolencia (también llamada "padecimiento") es la respuesta humana a la enfermedad. Describe la experiencia subjetiva de la persona en cuanto a las sensaciones, pero no implica que exista una patología subyacente. Una dolencia puede ser tanto orgánica como psicológica. Una persona puede tener una enfermedad y, en cambio, no padecer. Por ejemplo, una niña con epilepsia tiene una enfermedad, pero, si no experimenta convulsiones y la epilepsia es asintomática, no padece. Por otro lado, una persona con trastorno psicosomático tienen una dolencia y, en cambio, no tiene necesariamente una enfermedad.Cada persona vive las dolencias a su propio modo, y ahí radica precisamente la diferencia entre enfermedad y dolencia. Recuerdo a un amigo que no era médico que se preguntaba por qué no era posible definir todas las características de una única enfermedad. Si lograra hacerse, podría crearse un mapa o una fórmula para todas las afecciones comunes y los médicos podrían incluso quedar obsoletos, pues cada cual podría introducir sus síntomas en un programa informático y en la pantalla aparecería el diagnóstico. No entendía en qué medida cada paciente influye en su enfermedad. La personalidad y la experiencia vital moldean la presentación clínica, la respuesta y el resultado de cualquier roce de una persona con una dolencia. Si se toma a cien personas sanas y se las somete a la misma lesión, se obtendrán cien respuestas distintas. Por eso la medicina es un arte.

Todo está en tu cabezaSuzanne O'Sullivan (Dublín, 1966)Casi todos aceptamos sin problema que el corazón palpite con fuerza cuando vemos a la persona que amamos secretamente, o la sudoración que brota en nuestra frente ante el nerviosismo que nos provoca tener que hablar en público. Pero lo que no somos capaces de  imaginar es cuán dramática y exagerada puede llegar a ser la reacción de nuestro cuerpo ante según qué emociones. Un tercio de la gente que acude a su doctor de cabecera presenta síntomas sin ninguna explicación médica, si bien la gran mayoría de ellos se sospecha que tiene causas emocionales. No obstante, «todo está en tu cabeza» es lo último que queremos escuchar cuando acudimos al consultorio.  «Nadie me entiende» suele ser entonces la queja más habitual.  En este curioso y extraordinario libro, la neuróloga Suzanne O'Sullivan nos conduce a través del fascinante mundo de las enfermedades psicosomáticas. Sumergiéndonos en estos casos, tendremos una visión más completa de la condición humana, de los secretos que somos capaces de guardarnos a nosotros mismos, y una excelente ayuda para «entender» estas patologías que producen un gran sufrimiento.