Dolor: castigo

Publicado el 08 noviembre 2018 por Sylvia
Unos meses después de casarme, dejé de tener dolor de cabeza y me enteré de que había vivido con dolor de cabeza. No me había dado cuenta porque era un dolor permanente. 
No mucho después, sentí por primera vez un dolor de brazos que a partir de entonces se presentaría de cuando en cuando, a veces en las manos, a veces subiendo del hombro al cuello, a veces por toda esa ruta hasta la cabeza. Una mañana, cuando desperté con dolor y ya no tenía esposo que me asistiera, de plano no pude ir a trabajar: no podía moverme; vestirme fue una odisea. Ese día me tomaron una serie de fotos de interior y supe que tengo un nervio oprimido porque mi columna no está alineada con mi cabeza. El nervio siempre ha estado oprimido; en determinadas circunstancias, duele.
Meses después, descubrí que tengo el pie cavo; usé por primera vez plantillas especiales en los zapatos y la experiencia total de mi cuerpo fue otra. Caminar teniendo demasiado arco en el pie es como andar "de uñas" -pisar con el talón y las puntas de los dedos-, lo cual provoca un malestar que en realidad es una especie de dolor. Hace años que no tengo las plantillas. En parte por eso, en parte porque no estoy acostumbrada a caminar mucho y estos días tuve que ir de aquí para allá, tengo un penoso dolor de pies.
La novedad  es un molesto dolor que ubiqué en una teta: creí que todavía tenía leche y que estaba congestionada; pero una noche me di cuenta de que el dolor no estaba en la teta, de que usualmente se extendía hacia lugares que claramente no eran la teta. Al parecer es inflamación de algo que cubre las costillas.
¿Qué necesidad hay de más dolor?
¿Ninguna?
Pues mi maña de rascarme la cabeza hasta levantar la costrita que se formó por haberme lastimado por rascarme la cabeza, llegó demasiado lejos últimamente y he tenido dolores de cabeza para regalar -en realidad, es algo así como dolor de cuero cabelludo, supongo-.
Creo en interpretaciones no científicas de los hechos, sobre todo, de la experiencia humana, así que la respuesta a la pregunta es: castigo. A veces, muchas veces -tal vez la mayoría de las veces- lo consciente no se impone.
Silvia Parque