Domingo de misa.

Publicado el 16 noviembre 2016 por Torcuato

Domingo de misa"Espero puedas perdonarme", dijo por fin, jadeante, arrodillado frente al altar mayor. Se persignó. Después fue recorriendo el pasillo flanqueado por reclinatorios, mientras apenas se oía el sonido de sus pisadas sobre el suelo de mármol. Antes de salir de la iglesia un ruido le hizo darse la vuelta, vio que uno de los feligreses intentaba incorporarse entre todos los demás. No llegó a conseguirlo. Cayó desplomado golpeándose la cabeza contra un saliente y quedó tumbado con el brazo estirado y los ojos abiertos sin vida. Parecían mirar hacia la metralleta tirada en el suelo.Torcuato González Toval