Un Sábado , como otro cualquiera , te acercas a ver una obra de teatro la cual ya has leído y oído hablar de sus más famosos personajes. Lo vives con cierta predisposición , hasta que la obra comienza y te das cuenta de lo equivocado que estabas...
El director que da vueltas y voces de un lado a otro. En el teatro, por si acaso , nadie se atreve ni a toser. Y poco a poco te metes en la obra dejándote llevar por la voz potente y cautivadora de un Tenorio capaz de meterse a todo el público en el bolsillo. Una Doña Inés dulce , muy dulce y un elenco de personajes que aparece y desaparece creando cada vez más expectación. Entonces , poco a poco te relajas en la butaca y te ríes , y te ríes mucho y te emocionas y Don Juan , personaje cautivador donde los haya, te lleva a su terreno consiguiendo que tu alma en ese momento penda de un hilo.
La obra termina , el público se pone de pie y aplaude y aplaude y aplaude , no queriendo que tal obra de arte termine. Y con ese buen sabor, aún en una nube de alegre romanticismo , te alejas del teatro creyendo ver a cada paso a un Don Juan enamorado...Entonces la poesía se apodera de tí y no dejas de repetir : - ¿ Qué ha pasado aquí ? Volvería una y mil veces más a disfrutar de ésta obra singular que , sin querer me ha llevado al terreno de dicho Hidalgo...Larga vida a ésta obra que se ha ganado mi zozobra !! ¿ No es verdad ángel de amor....?
P.D. Aún estáis a tiempo de verla en la Fundación Cajasol , C/ Laraña, en Sevilla. A cargo de la compañía Ede Teatro. Hacedme caso !!