¿Donde los Hombres?
¿donde la creencia en el Hombre por los Hombres...?
Para la luz aquellos que supieron, entendieron, lucharon.
Sabed Hombres, creeros de nuevo,
salid de la cueva del invierno.
Haceros fuertes, unídos, y unidos cantemos.
Para tanta libertad derramada
con la sangre de la sangre en la bala;
¿qué pecho quiere de nuevo henchirse
y matar al hambre sin morir de hambre;
matar la sed con las bocas llenas de agua?
Poned la mano donde el Hombre, si quiere, más sabe.
El corazón, el corazón del Hombre
que, al fin vuelve a sentir su mano
en los otros hombros; con el beso en la mejilla,
con la voluntad hecha carne;
carne del Hombre para alimentar la luz,
no la sombra, no la sombra...
Gritad Hombre
y renacerá el Hombre.
Carlos Gargallo (c)