Mientras aguardan mis silencios,
sufro todo suplicio mudo
avergonzado del cansancio
de las piedras de aquel camino
donde duele toda mañana.
Permanezco,sigo abrazado
a desiertos inquisitivos
mientras la noche reflexiona,
la luna lloriquea estéril
ataviada con su abandono.
Al fuego avivo fantasías
de grietas en las aguas muertas,
desnudo de palabras íntimas
y abandonado por las sombras,
desertado por las hornallas.
Siembran las semillas mis venas
por desalentados parajes,
sierras,cordilleras,montañas,
donde esparce toda ceniza
mi habituado músculo errante.