Y si cierras los ojos puedes verte allí, diminuta a la caída del Sol mirando al horizonte donde el cielo pasa de azul a rosa, mientras sientes cómo el mar moja tus pies y la suave brisa juega con tu pelo. Un leve suspiro escapa de tus labios. La nostalgia se apodera de ti. Le buscas con la mirada, ahí está, observándote de lejos sentado en la ya fría arena. Sonríes, él te devuelve la sonrisa. Te sintes libre;