Agradezco el prólogo que José Ángel Cilleruelo ha dedicado a esta edición y las palabras de la contraportada del poeta Gabo Acosta. El diseño y la impresión no hubieran sido posibles sin Luciano Moretti y Mario Tapia; para ellos también mi agradecimiento.
A modo de invitación dejo uno de los poemas del libro. Los espero entre sus páginas.
BLUES
Llueve como entonces en la ciudad en que nos despedimos. Cruzamos, destellos cenicientos, las estaciones y nuevamente tu vestido tiembla sobre tus piernas, rojo como el deseo, antes abierto a la noche. Pronto, una vez más, nos quedaremos solos. Doloroso, como un blues, el silencio, y en la garganta la ginebra mala de la resignación. Igual que quien dice el verso más difícil, repito las palabras que nos negamos, pero no las oyes. Formas del miedo, gotas de este vaho que ciega al día, línea tras línea van deshaciendo la imagen de esa noche. Tras ella, como si las nubes hubieran hecho suyo el año entero, sigue, terca, la lluvia.