Probablemente en una de los cajas de libros que tuve que vender durante el naufragio de 2009. Tampoco encontré Palinuro de México ni José Trigo. Sí aparecieron otros títulos: La educación física a su alcance (necesito ponerme en forma), Paloma Negra (dijo Ramón Córdoba que la novela negra sí se vende bien); Usted como marca (de Tom Peters, indispensable para el freelancer); Diccionario enciclopédico de las ciencias del lenguaje, Curso de Lexicología (nunca me perdonaré haberme salido del COLLHI); y Los hechos, una novela autobiográfica de Phlip Roth que me acompañará durante la redacción de Departamento Raskólnikov.