Dormito

Publicado el 28 noviembre 2015 por María José Luque Fernández @sonrisasdecamaleo

En el acantilado resuenan los ecos de aquellas olas que rompen y turban el silencio de la noche, naufragan en  el embate traicionero el sabor a jazmín y a azahar que rubrica mi piel. 

Los rizos color azabache de mi media melena, brillan aún húmedos, a la luz de luna, impregnados de sal.

Bajo el brillo de la luna, cegada anda el alma insulsa de esta peregrina.

Hace tiempo dicen las golondrinas, que no soy yo, la dueña de este cuerpo. Añoran las sonrisas que ahora son silencios.

Dormitan sin más como en el invierno las campanillas.Tal vez en primavera, vuelvan como las golondrinas, una nunca puede saber de esas cosas.

El sol del mediodía alumbra su blanca tez, mientras brilla la costra de sal de su mejilla.

Ella tranquila en su parsimonia pasea por las lindes del camino, buscándose a si misma.

En ese transitar por los infiernos y los cielos, ni el calor, ni el frío, turban su presencia.


No piensa, no desea, no hay nada, sólo vacío que llena el silencio de vida, de su alma, de su esencia.

Aquellos tiempos llenos de miradas, sentires dispersos la ahogaban, ahora, son otras cosas, las que importan, la vida misma, aunque no olvida y en el silente vacío que la viste, llora.

Tatuado en piel lleva el cariño de aquel a quien tanto ama, no importa el tiempo y la distancia, siente su esencia en el aire cuyo rumor vago se acerca.

Cada vez que llegas a mi cielo, luna llena, serena, brillante, le encuentro mirando furtivamente entre los barrotes de esa cárcel cerrada a cal y canto, candado en el averno, en que mi mente, mi cuerpo, mi alma fue sumida.

Desando el camino pero no encuentro ese cruce en que dejamos la vida, y me pierdo, desolada, sumida en la fría soledad que me arremolina, sin candil, ni lumbre, sin reflejos de vida..........

Marijose.- 
Fotografía del acantilado  Marijose Luque.
Fotografía del eclipse Zenda Caballero
Fotografía de la luna y  el andante de  A.G.