Dos mejor que uno

Hace poco más de dos años, empecé a estudiar Traducción e Interpretación con un pensamiento en la cabeza que, en realidad, acompañaba a la mayoría de mis compañeros allí presentes: no sabíamos nada acerca de la carrera. No puedo decir a ciencia cierta si todos mis compañeros tuvieron a alguien que les hubiera orientado cuando estaban en el instituto, que les hubiera dicho en qué consistía la carrera, qué iban a estudiar...
Aunque yo lo tuve, me quedé más o menos igual. Y me daba rabia. No porque la chica que me atendió en mi clase supiera poco, sino porque en el poco tiempo que pudimos hablar con ella tampoco dio mucho tiempo a que lo demostrara.
Así que después de haberme encontrado con una estudiante de último curso de Traducción e Interpretación en mi misma clase y no haber sacado nada de ella, me sentí decepcionado. No por la chica (¡pobre!), sino por el tema de estar desinformado, de no saber prácticamente nada de la carrera que me llamaba la atención, que me gustaba...
Empezó a gestarse en mí un sentimiento de compañerismo que no era normal. Sentía la necesidad de que los futuros estudiantes de esta carrera tan genial no podían seguir así: desinformados. No podían entrar con miedos, sin saber a qué se iban a enfrentar.
Y aquí me encuentro, celebrando el segundo cumpleaños de este pequeño diario que tantas alegrías me ha dado. Me gustaría agradecer desde aquí a todos los estudiantes, traductores, intérpretes y demás profesionales de este campo por haberme ayudado tantísimo, no solo a conocerme profesionalmente, sino también personalmente. Personas que me han hecho querer muchísimo más a mi profesión.
Como el año pasado, me quedo corto de palabras. Pero si tuviera que escribir todo lo que me ha pasado en estos dos años en esta pequeña hoja de mi diario, aún me seguiría quedando corto. Mi eterno agradecimiento para todos vosotros. Espero que sigáis conmigo en el tercer aniversario.
¡Un abrazo desde Málaga al mundo!