Quedaban dos minutos para el cambio, un cambio con mayúsculas, cambio total, rezaba en la publicidad o devolvemos su dinero. Expectante a no poder más, deseando ese cambio tan necesario para su vida.
Respiraba lento, intentando que no se le notara la agitación que sometía a su cuerpo. La mujer con la bata blanca se acercó hacia él con un gesto le indicó que debería acercarse ya, que estaba todo listo. Dos minutos largos y ya estaba. Le devolvieron su autoestima, tal y como indicaba la publicidad, “Dos minutos y le preparamos para tener una autoestima a prueba de bombas, cambio total” .
Sin embargo, no recordaba nada, nadie que hubiera nada con él, había pasado en solitario esos dos minutos en una sala, pero ahora se sentía otro hombre ¿Existen los milagros o era un timo sin precedentes?