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Dos poemas complementarios
Publicado el 15 diciembre 2009 por Ramongilmargin-left:1.6in;margin-bottom:.0001pt;text-indent:.0in;line-height:18.0pt;
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margin-left:1.6in;margin-bottom:.0001pt;text-indent:.0in;line-height:18.0pt;
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Nos provocará un pájaro con su pico curvo,
con su pico diestro en esconder
un no oscuro, un sí diverso.
Vendrá, es ley, a gastar el resto
de los deseos gastados. Hará recuento
con sus alas de los goces, de las lágrimas,
de las noches que caímos borrachos de vida,
sorprendidos de vida. Partirá un cero
y alzará lo mínimo contra uno.
Repartirá sus plumas sin descanso
para abrigar los abismos queridos,
las jaulas abiertas.
Es ley que vendrá sin vuelo
y será su pico un surco puro
y será un beso último el que acune nuestros besos.
2.
En mi balance de culpas me cobijan
mi nube reputada por su lluvia antigua,
mi hambre que me crece,
mi silencio sin cura,
mi locura de atar mis dos rodillas en el suelo,
mis dos brazos cruzados en el cielo.
No soy un buen ejemplo.
Convicto de una línea que secretamente
se inicia en mi círculo, me alejan
raíces y cauces, ayer y mañana.
Me vencen hablando salvajemente
cotidianas raíces de tristeza clara,
madres que inundan mi sed con su sed.
Me abaten los detalles,
los lunes que trabajan sus domingos,
el público que aplaude
al inocente al pie de la letra.
Me despierto con mis manos hechas
y me duermo anudando palabras
los días que no se deben a la caída de su noche.
No hay axila que sude su madeja,
ni uña que destile su sangre
malamente
a cada paso que sufro, que sufrí
sin saberlo.
No, no soy un buen ejemplo.
Resta mi hucha sin números,
mi nunca y mi mientras,
mi única vida a medio hacer.
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Ilustración: Audrone Vaskeviciute, Mountain of Longevity and Succes Main
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