Revista Diario

Dos ristretto, por favor (Two ristretto, please)

Publicado el 11 julio 2019 por Serbero @serbero
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Dos ristretto, por favor (Two ristretto, please)

DOS RISTRETTO, POR FAVOR

Pedí un ristretto y me senté al lado del ventanal. Siempre me han gustado las cafeterías con manteles de cuadros rojos en sus mesas. Me transporta a mi abuela, a la tranquilidad y a sentirme seguro.

Me acomodé en la silla de madera con cojín también colorado y dejé que mi vista se perdiera a través del cristal el tiempo suficiente para olvidar mi alrededor.Quizás habían pasado diez, quizás veinte minutos, cuando le vi. Estaba en otra mesa, con su café. Me gustó su corbata, lo elegante que vestía. Me miraba, no tan disimuladamente, por lo que yo le devolví una sonrisa. Quizás esos diez o veinte minutos en los que yo estaba absorto, el chico trajeado había estado mirándome... y el calor me recorrió todo el cuerpo, con lo que volví mi vista hacia la ventana de nuevo.De nada sirvió evitar sus ojos porque se acercó y me preguntó si estaba solo. Ya no podía desviar mi vista de nuevo y no supe más que decirle que sí.


- Tengo que entrar en la oficina de nuevo, pero me gustaría tomarme un ristretto contigo. Este es mi teléfono. Escríbeme y dime que sí - se mostraba tan seguro de sí mientras apuntaba en la servilleta su nombre y los nueve números que iban a cambiar mi vida


TWO RISTRETTO, PLEASE

I ordered a ristretto and sat by the window. I have always liked the cafeterias with red checkered tablecloths. It takes me back to my grandmother’s, to tranquility and safety.

I sat on the wooden chair with the matching red cushion and let my eyes get lost through the window long enough to forget my surroundings.
Ten, maybe twenty minutes passed when I saw him. He was at another table, with his coffee. I liked his tie, how elegant he was. He looked at me, not so covertly, so I smiled back at him. Maybe those ten or twenty minutes in which I was absorbed, the boy in the suit had been looking at me ... and the heat ran through my entire body, so I turned my eyes to the window again.It did not help trying to avoid his eyes because he came and asked me if I was alone. I could notlookaway again so I could only say yes.

- I have to go back to the office again, but I'd like to have a ristretto with you. This is my phone. Write me and say yes - he was so sure of himself as he took the napkin where he wrote down his name and the nine numbers that were going to change my life

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