Empecé a celebrar mi cumpleaños el primero de septiembre. Por sugerencia de un amigo, lo extenderé hasta el último de octubre. Serán 37 años.
Lo que más me ubica en "mi edad" es ver a personas más jóvenes trabajando; la generación que sigue a la mía ya no está "recién empezando", ya no "acaba de salir de la escuela".
Yo me siento vieja en función de cuánto siento desperdiciada la vida o el tiempo y sentí mucho desperdicio cuando hubo que pagar la apuesta vital que perdí; pero recordé que me gusta jugar, que el juego en sí mismo valió y vale la pena.
Silvia Parque