Muchas sensaciones han acompañado tu vida, algunas son simplemente maravillosas y otras son duramente desgarrantes.
El duelo es siniestro, en este caso es debido a la partida de alguien que significó mucho para nosotros, un sin sabor trémulo de no sentir o escuchar más a esa persona el resto de nuestras vidas; claramente la/lo tendremos envuelt@ en nuestros recuerdos, en los momentos de risa, momentos de rabia y demás, es un suceso difícil de explicar.
Una sensación que empaña una parte de nuestra vida, y nosotros al fin y al cabo haciéndonos a la idea de un acontecimiento siniestro, y deseando que nuestro ser amado este en un mejor lugar, feliz y contento, aunque esas son palabras de consuelo directamente para nosotros.
Es un apego grande que se enmarca en nuestro ser, podemos entrar en llanto, o simplemente sonreír con cada instante compartido, y en mi opinión considero y se bien que no es fácil, deberíamos seguir siendo felices por el amor y cariño a la persona que nos a abandonado eternamente, como tributo; ya que el/ella donde quiera que se encuentre y la esencia de su ser, quiere que sigamos adelante y felices.
Espero que hayas terminado en paz con esa persona, si no, aún no es tarde… Finalmente harán las paces y es debido al amor mutuo aún existente.
¡Salud por lo que nos miran desde más allá de las estrellas!