Así que me giré hacia María, que va ya por su sexto libro este verano y le pregunto si le gustaría que nos hiciéramos con un cachivache de estos. Lo miró un poco, trasteó con el, y dijo que ni hablar, que ella no se sentiría a gusto leyendo en algo así.
Sin duda este en uno de los principales obstáculos que encuentra el libro electrónico a su paso: su formato. Estamos acostumbrados a leer en libros, estos tienen un estilo de encuadernación y ahora el libro electrónico se nos presenta con un estilo más parecido a un pergamino que a un libro.
El formato clásico en libro elecrónico podría tener una buena tapa, tendría dos pantallas, una a cada lado (como las dos páginas de un libro), se cerraría como un libro, estaría mejor protegido ya que al cerrarse las pantallas quedarían cubiertas, sería tan fácil de llevar como cualquier libro mediano, no pesaría más que un libro típico, y sería mucho más agradable de usar. Su tapa podría ser de tela, de piel o de cualquier otro material que le diese un toque más personal y agradable. Sería tu libro, o mejor dicho tu biblioteca entera.
Seguramente al inicio el precio sería más caro porque tendría dos pantallas, alguna especie de forro externo... pero no creo que no valga la pena probar.
PD: Haciendo un poco de googling he encontrado intentos sobre el tema, lo curioso es que son eso, sólo intentos no parece que nadie se haya tomado gran interés en este tema: Dual-display e-book y aquí.